14-Ryker
La ceremonia de celebración de Edward al amanecer había sido emotiva y conmovedora. Amaba de verdad a su manada y había puesto todo su corazón en garantizar su supervivencia. Su Beta me había presentado como su nuevo Alfa, así que ya tenían una cara que acompañaba al nombre y a la voz.
Había conocido a todos que pude y ofrecí a quienes quisieran unirse a mí la opción de recorrer el perímetro de la manada, dejando un último rastro de olor para asegurar la frontera antes de volver a casa y como una despedida final a Edward.
Casi toda la manada se había unido. Algunos se habían quedado para vigilar a los cachorros que aún eran demasiado jóvenes para transformarse, pero había sido poderoso. Una muestra real de lo unida que era esta manada.
Me transformé en mi lobo negro azabache, que era el doble del tamaño de su Beta, y sabía que mis ojos rojos resultaban aterradores. Muchos se mantuvieron a distancia, pero no dieron media vuelta ni huyeron. No sabía si había sido por lealtad