Capítulo 54. Inesperado
Después del Hotel Vesper, Alejandro y yo acordamos llegar a la firma por separado. Él se fue primero, y yo regresé a la mansión para ducharme y cambiarme, intentando parecer lo más normal posible.
Llegué a la firma una hora después que él. Apenas crucé el pasillo, sentí un escalofrío. La vigilancia de Eva ya estaba activa.
En el lobby, cerca de los ascensores, estaba Eva. Pero no estaba sola. Estaba conversando con Damon de lo más campante. La escena era demasiado cordial para mi gusto. Mi tía, vestida con un traje ajustado al cuerpo, reía de algo que Damon había dicho.
Se veían demasiado cómodos.
Caminé hacia ellos, sintiendo que un nudo se apretaba en mi estómago.
—Hola, tía. Hola, Damon.
Eva me miró, y su sonrisa se hizo más amplia. Esa sonrisa de quien sabe algo que tú no.
—Mira quién llegó. Tu amigo y yo estábamos charlando sobre la vida en la universidad, Valeria. Es un chico encantador.
Damon estaba nervioso. Se ajustó las gafas y me miró con una seriedad que no le conocía.
—Va