Primer Epílogo
Gael desayunaba en su habitación, Ivanna aún estaba dormida. Había pasado una noche agitada, su vientre voluminoso no la había dejado dormir bien, se levantó muchas veces para ir al baño, después la posición acostada le resultó incomoda, se ahogaba y le dolía la espalda. Él, pacientemente buscó almohadas y cojines para aliviarla, hasta que su mujer encontró una postura cómoda semisentada. Cerca del amanecer el agotamiento había ganado la batalla y se encontraba en el más profundo de los sueños. Un quejido hizo que levantara la cabeza de la tableta donde leía las noticias, Ivanna se removía en la cama, miró un rato a su esposa hasta que vio que seguía profundamente dormida. Sin hacer ningún ruido salió de la habitación pasó primero por la habitación de Billy y vio que estaba despierto, su niñera Anna intentaba vestirlo mientras el inquieto niño saltaba en la cama.
―¡Papá! ―gritó el chiquillo lanzándose de la cama para ir a su encuentro.
Gael lo levantó en sus brazos ri