204. La relación
La cercanía entre ellos era abrumadora. Sus respiraciones eran profundas y rápidas, sus ojos nunca apartándose del otro, como si el momento fuera demasiado precioso para desperdiciar incluso un segundo sin observarse. Heinz la miró como si fuera la flor más rara y valiosa del mundo, un ser que merecía cada gota de amor y devoción que él podía ofrecer.
—Te amo, Ha-na —dijo él finalmente, su voz teñida de una mezcla de pasión y vulnerabilidad—. Tú eres la primera para mí en todos los sentidos. Mi amor platónico, la mujer que me gustó, mi gran amor, mi amor verdadero. Te esperé por años y cada segundo ha valido la pena.
Ella lo miró con lágrimas brillando en sus ojos, su corazón latiendo con tanta fuerza que sintió que él podía escucharlo.
—Gracias a ti, por salvarme y ayudarme en mi peor momento. Te amo, Heinz —respondió, su voz temblando ligeramente, pero llena de verdad.
Heinz la tomó por la cintura, atrayéndola hacia él mientras sus labios se encontraban de nuevo en un beso que parec