188. En familia
Heinz, con una elegancia natural, comenzó a sacar uno a uno los regalos que había comprado para los Harada. Los ojos de la familia se agrandaban con cada caja que se abría, cada objeto cuidadosamente envuelto. Joyas delicadas para la señora Harada, un reloj de diseñador para el señor Harada, un perfume costoso para Tae-sung, quien ahora llevaba el nombre de Hiroshi, y una cartera de lujo que dejó a Ha-na sin palabras.
—Esto es demasiado, Heinz —dijo Ha-na, intentando sonar seria pero claramente emocionada, mientras acariciaba la superficie suave de la cartera.
—Para mí no es demasiado, Ha-na —respondió él con una sonrisa tranquila, mientras su mirada se fijaba únicamente en ella—. Quiero que tu familia tenga lo mejor.
La señora Harada tomó las joyas con delicadeza, observando cada detalle antes de sonreírle a Heinz.
—Eres muy generoso, Heinz, pero estas cosas son demasiado. ¿En qué trabajas para permitirte este estilo de vida? —preguntó con curiosidad y un tono que oscilaba entre la p