160. El aviso
Hee-sook había estado siguiendo a Ha-na desde su auto, nada más para ver qué era lo que hacía. Entonces, contempló cómo aquel hombre la jaló del brazo y la abrazó. Ha-na lo empujó. Al perecer la estaba molestando, porque Ha-na no se veía feliz, hasta se notaba asustada. Tomó una foto y grabó un vídeo. Entonces, se lo envió a Heinz.
Alguien está molestando a tu mujer. ¿Vas a dejar que la lastimen a tu flor coreana?
Heinz se encontró en su despacho cuando recibió el mensaje de Hee-sook. El sonido de la notificación fue suficiente para sacarlo de sus pensamientos, esos que siempre giraban en torno a Ha-na. Al abrir la imagen y el vídeo que ella le había enviado, sintió cómo un fuego se encendía en su interior. Allí estaba Ha-na, su Ha-na, siendo acosada por un hombre que la tomaba del brazo y la abrazaba sin su consentimiento.
El texto que acompañaba la evidencia fue como una chispa directa al combustible:
"Alguien está molestando a tu mujer. ¿Vas a dejar que la lastimen a tu flor corean