Sofía respiró profundo. Era evidente que Daniel ya estaba afectando su trabajo y no podía permitir que eso continuara; la próxima vez, sus métodos tendrían que ser mucho más severos.
Su arresto anterior seguramente no le había servido de lección; ese tipo no aprendía.
Sofía jugaba con la pulsera en su muñeca mientras entrecerraba los ojos, comenzando a planear su siguiente movimiento.
***
—¿Daniel?
Jimena escuchó el nombre y tardó un momento en reaccionar; parecía no tener ningún recuerdo de él.
La asistente le dijo:
—Sí, es el heredero de Constructora Horizonte.
Luego, añadió:
—Vino porque dice que necesita hablar con usted en persona, que tiene algo que le interesa mucho.
Al escuchar esto, Jimena sintió curiosidad.
Se levantó y miró a su asistente.
—¿En serio dijo eso?
—Sí, me lo aseguró con mucha insistencia. Él está en la sala de juntas, esperándola.
Jimena sonrió.
—Pues vamos a ver quién es y qué es eso que según él tanto me interesa.
Dicho esto, caminó hacia la sala de juntas. Er