Daniel cambió de dirección y caminó hacia aquella silueta.
«¿No es la supuesta "heredera de la familia Vargas" que vio antes en la recepción de Inmobiliaria Panorama?», se preguntó.
De inmediato, la rabia lo invadió.
Si no fuera por esa mujer, él no habría dicho todas esas cosas delante de Sofía.
Ahora, cada vez que estaba frente a ella, se sentía terriblemente incómodo; después de todo, le había soltado unas cuantas verdades muy duras y ahora había quedado en completo ridículo.
Todo era culpa de esa tipa. Tenía que averiguar quién era en realidad.
Daniel aceleró el paso y, al verla abrazada a un tipo, apartó bruscamente a Valeria.
—¡Maldita sea! ¿Tú quién diablos eres?
Valeria todavía estaba resentida por el asunto con Sofía y seguía dándole vueltas a cómo proceder.
No esperaba que alguien la jalara de esa forma. Apenas estaba procesando lo que ocurría cuando la insultaron sin rodeos.
A cualquiera se le habría agotado la paciencia.
Cuando reconoció la cara de Daniel, su enojo se dispa