Prácticamente llegó corriendo a su casa, luego de la charla con su hermano menor se quedó muy inquieto.
Dante seguía buscando a Chiara.
¿Por qué no ir directamente con Davide si sabía que él tenía a Chiara? La única explicación que encontraba era que su plan seguía en marcha.
Quería quedarse con Chiara y con todo.
Cuando entró a la casa, recién Chiara estaba en la charla con el abogado.
—¿Es de verdad? —miraba la pantalla frente a ella, sus ojos parecían muy interesados en lo que veía—. ¿Por qué tengo acceso a tanto dinero?
—¿Es la primera vez que ves tanto dinero? —Intervino Davide, revelando su presencia. Ella no levantó su cabeza para mirlarle— ¿Vas a seguir ignorándome? ¿No eres lo suficientemente madura como para que tengamos una charla normal entre los dos?
—¿Ya decidiste dónde voy a dormir?
—Pues parece que sí puedes hablarme—se acercó por detrás para ver la pantalla y sí que eran muchos números—. ¿Dónde más vas a dormir? En la cama, con tu esposo. Nuestra habitación.
—¿Sueñas