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Volteo sobre su hombro cuando las puertas Se abrieron, su mandíbula se tensó ante la presencia de las cuatro mujeres que ingresaron con el carrito donde pudo notar las prendas delicadas los perfumes cremas y aceites
solo posó su mirada una vez más en el patio viendo la figura alta y de alguna manera tenebrosa que se movía entre los muros creados por las altas enredaderas. Cuando el elevó la mirada hacia la ventana la joven se dio la vuelta dejando caer la cortina el apenas pudo notar el vestigio de su negro cabello; sin dudarlo terminó el puro que sostenía entre sus dedos y tras apagarlo con su pesada bota ingresó finalmente a su mansión buscando la habitación dorada no sin antes dar una orden.... Quiero a mi esposa_ señaló con firmeza a sus empleados. _Ya, la están preparando señor_ _perfecto_ En la habitación la joven y hacía acomodada en la pequeña tarima frente a los espejos que capturaban su cuerpo en tres ángulos con los ojos cerrados mientras unas manos delicadas se deslizaban por su cuerpo desnudo cubriéndolo de crema que luego potenciaban con aceites aromáticos antes de concluir con el perfume. Poco comprendía de la necesidad de aquella combinación de notas leche rosas y caramelo pero siempre era la misma cada vez que él decidía llamarla. Pensó la mandíbula cuando las manos se posaron incluso entre sus nalgas, bajo sus pequeños senos, cubriendo hasta detrás de sus orejas tras soltar un suspiro abrió los ojos y se posó en su propio cuerpo ahora cubierto por encaje negro tal como sabía que lo había pedido. Cuando la bata larga cubrió su figura apenas vestida se apoyó en las manos de una de las mujeres para bajar de la tarima y caminar hasta la mesa de luces donde la maquillaron..... Unas peinaban su largo cabello dejándolo enmarcar su rostro, otras hacían correcciones sutiles en su piel dejando la tersa y perfecta como hay claramente le gustaba. Cuando vio que una de las mujeres tomaba el labial rojo ella se hizo hacia atrás rechazándolo. _No_ fue firme todo lo que pudo mientras observaba a la joven que quizás tenía su misma edad. Señorita es el color que_... ¡no usaré ese tono indicó con firmeza! esta vez no sucederá. Sin decir más y aún cuando dejó a las demás confundidas se puso de pie sintiendo el mareo que cubrió su cuerpo pero sin dejar que eso la detuviera. Estaba cansada del trato de las reglas de la habitación dorada pero sobre todo de La indiferencia del hombre que llevaba el título de su esposo. En todo ese tiempo, ni un solo día, se había sentido como tal, por el contrario parecía más su verdugo su titiritero su dueño sin un solo ápice de sentimientos corazón o empatía por lo que ella era representaba Y eso ya no lo soportaba salió descalza buscando la habitación donde podía estar segura de que él la esperaba!!!!! Pasó sin la seguridad, sin las doncellas, que la presentaban como la muñequita que habían vestido para él y solo elevó la mirada cuando él se puso de pie, observandola con agudeza clavando su mirada en sus labios naturalmente rosados que no lucían el color que había indicado _Dónde está tu labial?_ No_ usaré _ese_ color!!!!! _qué es lo que has dicho???? no usar usaré ese color indicó con firmeza separando cada palabra "Noto como él tomó la fusta del sillón y solo tensó la mandíbula cuando con la punta de la misma le elevó el mentón" Se observaron de frente retándose en el silencio de esos segundos encerrados a solas en aquel lugar. Conoces las reglas Melisa le recordó con frialdad... Ella notó el fruncimiento de su seño cuando dio un paso hacia él aunque la justa seguía rozando su mentón soy tu esposa recordó con firmeza Y mi esposa "Cumple" las reglas como cualquiera en este lugar' el nuevo paso de ella lo llevó a tensar aún más la mandíbula *Artemisa, la llamó con voz grave* _Quítate la ropa_ _NO!_ Su firme respuesta lo llevó a negar con la cabeza..... _Quítamela tu_, Arráncala de mi cuerpo tómame como lo que eres mi esposo.... Expulsó ella con vehemencia y no como el simple cliente de turno que me hace sentir como una maldita muñeca sexual .. Gritó al fin exasperada se estremeció cuando la misma punta de la fusta le golpeó la mejilla pero con las lágrimas cargadas en sus grandes y claros ojos avanzó un paso más hacia él. En ese punto sus respiraciones parecían sincronizadas agitadas y cargadas de electricidad. _Sus miradas contenían El desafío el buscando recuperar su poder y control ella deseando que al fin lo perdiera por completo_ La atención los mantenía frente a frente como si el aire entre ellos pudiera encenderse en cualquier momento. _Quítate la ropa_; Grito el-. No Ares no___ señaló ella con la misma firmeza... El jadeo escapó claro de sus labios cuando él la tomó del cuello hundió los dedos en su cabello y la atrajo con violencia contra su pecho. Al fin sus delicadas manos de ella tocaron algo más que aire, el cuerpo de su esposo; pero solo pudo quejarse cuando ante la fuerza del agarre termino enterrando sus uñas en su pecho Pero solo pudo quejarse cuando ante la fuerza del agarre terminó elevada en puntillas con el tan cerca de su oído que toda su piel se erizó.. *Regla número 1 no puedes verme a los ojos* soltó el con voz grave *Regla número 2 no puedes tocarme_ Ares tensó la mandíbula cuando ella alterada hundió incluso sus uñas en su pecho. *Regla número 3 nadie absolutamente nadie puede decirme que no_ la queja de ella fue clara ante la presión en su cuello. Y eso incluye a mi esposa.... Mátame o tómame_ susurró en apenas un hilo de voz porque a estas alturas cualquiera de las dos me dará la libertad que aceptar casarme contigo me arrebató... Y en ese segundo, ese simple segundo; en el que ella deslizó su mano por su pecho hasta tomarlo de la nuca en el que al fin sus ojos se encontraron y su boca femenina entreabierta fue buscando la suya fue todo lo que Ares necesitó para tomar su decisión






