Capítulo 44. La semilla de la duda.
POV: Irina
El amanecer llegó con lentitud, como si el mundo supiera que aún necesitábamos más tiempo para seguir entrelazados en la cama.
Abrí los ojos cuando la primera franja de luz atravesó las cortinas y bañó el suelo con un tenue resplandor dorado. Gaspar aún dormía a mi lado, con la respiración profunda y un brazo pesado sobre mi espalda.
Era extraño verlo así, sin la dureza de los gestos que lo caracterizaban en los negocios, sin la mirada afilada con la que ponía a todos en su lugar. Dormido, parecía otro hombre. Uno al que podría pertenecer sin miedo, incluso en un mundo sin apellidos ni bandos.
Me giré apenas para observarlo. Entonces, como un eco inoportuno, recordé la voz de Sofía de la noche anterior, cuando, entre risas, me había dicho por teléfono: «Ten cuidado, hermanita, con tanto sexo con mi hermano vas a terminar embarazada. Y no lo digo en broma, él es un Venturini, ya sabes lo que eso significa».
Al principio, yo también me reí, un poco sonrojada. Pero ahora, en l