Capítulo 23. Un enigma sin resolver.
POV: Irina
Nos callamos. El «la» no volvió. La ciudad continuó con su rumor. Me invadió la tentación de tocarle la mano. Recordé la línea, recordé el cuello y recordé el «no».
—Voy a decirte algo que no te va a gustar —anuncié despacio—. Si mañana llegan esos hombres y te haces más grande, más capo, más torre alta, no quiero que me pierdas de vista. No soy un trofeo, Gaspar. No soy la bandera que cuelgas del balcón para decir «gané».
—Nunca lo has sido —talló—. Y si alguien lo intenta, yo mismo le corto la soga.
—No cortes más cosas. Me cansa tu metáfora de cuchillos.
—Estoy intentando aprender otras —me miró con esa falsa calma que a ratos es ternura—. Diques, cucharitas, tilín.
—Tilín —repetí, casi sonriendo.
El banco de hierro crujió con mi peso. Gaspar, todavía de pie, me hizo sombra en la cara. No era opresiva. Era… una sombra que elegí.
—¿Quieres sentarte? —le ofrecí.
—Si me siento, me acerco.
—Y si te acercas… —dejé colgar la frase.
—Decimos “no” más fuerte.
—¿Crees que nos van