119

Cuando regresaron del hospital, el silencio en el auto de Bianca era pesado y denso, una poco cansancio y tensión. Al llegar al piso de Eric, ella lo ayudó a entrar. El apartamento, ahora limpio de todo aquel desastre, gracias al servicio de limpieza que él había llamado antes de irse, todavía conservaba el olor a desastre. Ella lo acompañó hasta la sala, y en ese momento, decidió que era hora de irse. Tenía a los niños esperando en casa, y esta noche ya había durado demasiado.

—Me voy. Estás bien, y esa es la única razón por la que estoy aquí —soltó, con la voz firme.

Se dio la vuelta y se dirigió a la puerta, pero justo cuando estaba a punto de salir, su voz ronca la detuvo.

—Espera.

Eric la detuvo por el antebrazo. Ella se giró, y se dio cuenta de que la había guiado a una habitación, la de él. El lugar estaba un poco más oscuro, con la única luz de la lámpara de noche. Bianca sintió un escalofrío de alarma. El deseo en la mirada de Eric era palpable, una inyección de algo que
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP