Después de recoger todo, Ania abrió la gran caja y se encontró con un impresionante vestido largo del mismo color del vestido que Liam rasgó, azul oscuro.
En la parte de arriba era ajustado con un strapless que llevaba un delicado encaje bordado en la espalda, la falda que caía desde la cintura, llevaba una sensual abertura de lado, sobre una pierna.
— Guau… — Murmuró Ania con el vestido levantado entre sus manos. — Por lo menos aún conserva su buen gusto…
Y cuando ella intentó acomodar el vestido dentro de la caja, cayó un papel, junto al recibo que él mencionó, estaba la entrada para el teatro, marcando la fecha y hora del evento al que Liam la había invitado, y era para esa misma noche.
— Oh, bueno… Pensaba regresar hoy a casa, pero… No puedo desaprovechar esta oportunidad. — Murmuró Ania, pensativa, al tiempo que observaba el tiquete.
*
— ¿Señora Anderson? — Saludó un empleado por el telefonillo de la habitación.
— ¿Sí?
— Una limusina la espera…
— Oh, gracias…
¿Una lim