La sala estaba llena, había algunos murmuros entre los presentes, Ania está sentada en primera fila, ansiosa, junto a Liam, quien se mantenía serio.
Alicia entró escoltada por dos agentes, sentada en una silla de ruedas, con el rostro pálido y los ojos bajos, su cuerpo temblaba levemente por los espasmos.
La juez, una mujer de porte firme, entró y todos se levantaron, hubo un momento de silencio, luego la mujer tomó su lugar y comenzó a revisar el expediente.
Ya se habían hecho las declaraciones, ya se había entregado las pruebas, Alicia no tenía ninguna oportunidad, todos los sabían, el único as que le quedaba bajo la manga, era usar su reciente condición médica.
— ¿Ya tienen el veredicto? — La juez se dirige al jurado, un hombre asiente, se levanta y se acerca con un papel, la sentencia.
Una vez más comienzan los murmuros, Ania observa a Alicia desde la distancia sintiendo como todo el dolor que pasó por culpa de su hermana, la remueve por dentro, pero eso se tenía que acabar