— ¿Hermana? Siempre tan estúpida, Ania… — Gruñó Alicia, lanzando una mirada despectiva hacia Liam. — ¿Aún no te has dado cuenta? No lo hice por él, nada de lo que hice fue por él… Lo hice por mí, porque tú tenías todo… y yo, no tenía nada.
— Tenías una hermana que te quería y que confiaba en ti… — Replicó Ania, con rabia. — Hasta que dejaste de ser familia.
— ¿Y qué…? ¿Crees que con esas ridículas palabras tú me vas a hacer llorar? — El cuerpo de Alicia volvió a temblar, su voz se quebró por un momento. — Tú no eres mejor que yo, ¡Mírame! ¡Mira en lo que me convertí por tu culpa! ¡Tú lo hiciste! ¿Y crees que esto es justicia? ¿Este cuerpo que no me obedece? ¿Este dolor que no se va? Todo es por tu culpa, yo debí morir…
— Cierto, yo no te dejé morir, porque no lo merecías, porque hubiera sido muy fácil para ti… La muerte era el camino más fácil, ¿No?… No creas que con tus palabras me vas a hacer sentir culpable, Alicia, te recuerdo que ya no soy la Ania de antes… Tienes exactamente