**Capítulo 25**
Patricia fue a su habitación para organizar sus pensamientos. No tenía mucho tiempo para arreglarse, pero quería impresionar al estar al lado de su marido en esa noche especial. Cogió el teléfono y llamó a su amiga peluquera, pidiendo una cita urgente.
Antes de salir de la habitación, cogió el bolso y verificó la tarjeta que Rafael le había dado. Una vez más, la usaría. Cogiendo las llaves del coche, bajó las escaleras rápidamente.
Al salir por la puerta, no se había percatado de que una mirada la observaba desde lejos. Augusto sonrió levemente, comprendiendo que ella estaba preocupada por el evento y no dijo nada, dándole todo el espacio que necesitaba para arreglarse.
En el garaje, fue directo a su coche, pero al girar la llave en el contacto, no pasó nada. Lo intentó una vez más, sin éxito.
El chófer, que estaba por allí terminando los preparativos de la limusina para el evento, notó su dificultad y se acercó.
— Algún problema, señora Avelar?
Ella suspiró, frustrada