Capítulo 96
A la mañana siguiente, el edificio de Avelar Corp estaba rodeado de patrullas y cinta de aislamiento. Ningún empleado pudo entrar. El movimiento de peritos y policías en el vestíbulo llamaba la atención de los transeúntes, y algunos curiosos se agolpaban al otro lado de la acera, cuchicheando y tomando fotos con el celular.
Pâmela llegó temprano, como de costumbre, pero fue detenida en la entrada.
— Lo siento, señorita — dijo el guardia de seguridad con expresión seria. — La policía ha clausurado el edificio. Nadie entra hasta nuevo aviso.
— Pero yo trabajo aquí. Soy la directora administrativa.
— Órdenes de la comisaría, señorita. La pericia está recogiendo pruebas y se están registrando los pisos.
***
Mientras tanto, al otro lado de la ciudad, Rafael y su padre iban camino a la empresa cuando recibieron la llamada de uno de los abogados.
— La pericia todavía está recogiendo los registros — informó el abogado, al otro lado de la línea. — Los peritos ya encontraron la bala