En poco tiempo todo estuvo arreglado, el amigo de Aiden había vuelto y luego de darle un resumen de lo hablado entre Isabella y el abogado de Ricardo y Héctor, Bruno comprendió lo que la joven pretendía y redactó un contrato informal.
— Esto servirá por el momento… — Le extendió la hoja a la joven. — Pero luego debes hacer un contrato formal, de preferencia más específico.
— Entiendo, pero… ¿Con esto ellos…?
— No podrán encerrarla, solo eso, pero no se puede hacer nada con respecto a la herencia, ellos seguirán el proceso legal, se convertirán en los tutores y tomarán el poder de la fortuna como los cabecillas de los Sinclair… — Explicó.
Isabella bajó la vista hacia el pedazo de papel que tenía entre las manos, detallándolo, pensativa.
¿Le quitarán todo a Margaret? A Isabella no le importaba el dinero, ella siempre había vivido con poco y hasta en la calle, pero… ¿Su abuela estaría de acuerdo?
Ella no sabía qué hacer, pero, ¿qué otra opción tenía? De hecho, ahora que ella no era