En la mansión Lewis Benson
Un abogado pedía hablar con Jonah Lewis Benson Jr. o alguno de sus hijos. Era algo importante. Representaba a Eleanor, la viuda de Jonah Sr. El mayordomo se apresuró a llamar al señor.
Jonah bajó a la biblioteca donde el abogado lo esperaba. El asunto era extraño; al parecer, llevaba una demanda o una petición formal.
—¿Pero esto qué significa? —preguntó Jonah, mirando el documento que le entregaron.
Eleanor había solicitado una prueba de ADN para él, con la intención de demostrar que no era hijo biológico de Jonah Sr., lo que permitiría impugnar el testamento y excluir a Anne como heredera.
—Es una petición de la señora Eleanor —explicó el abogado—. No tomará mucho tiempo. Solo es necesario exhumar el cuerpo de su padre y tomar las pruebas, además de recoger muestras de usted y de sus hermanos.
Jonah negó con la cabeza, incrédulo.
—¿Se volvió loca? —preguntó con escepticismo—. No tengo problema en hacer la prueba, de hecho, me parece bien que se tomen las m