CAPÍTULO 38
Ares había preparado todo: una cama baja con sábanas blancas, pétalos, antorchas encendidas, para ser sincera era un ambiente romántico, cualquier loba estaría maravillada de compartir una visión paradisíaca
Yo no estaba lista, no por el, Ares incluso me gustaba, pero Xavier, maldita sea mi vida era de el
Ya había dicho que sí, entendía el dolor que como Alfa estaba sintiendo al no poder descargar su intensidad, pudo elegir una Concubina para descargar su deseo, pero no lo quiso hacer porque el me quería era a mi
Cuando le dije que me tomara, y espere con las manos a los lados que el diera el siguiente paso, su mirada se volvió oscura, necesitada de deseo, una sonrisa pícara se dibujó en su rostro.
Me desnudó con lentitud, quería que el momento perdudara y por eso lo hizo como una reverencia a mi piel.
Tiró del tirante de mi vestido, lo bajó lentamente por mis hombros, su cara era de alegría como si desenvolviera un regalo que había esperado demasiado tiempo. Sus labios s