Capítulo 43
—¿Que te pasa? Tu te ibas a casar con ella, se supone que ella sería tu Luna ¡¿Dónde está Mia?! ¿Quien es esta loba?
Aquella loba se acercó, me pidió con miedo en los ojos que me alejara de Ares
—Yo soy la Luna de la manada de Plata.
Romano se acercó, se percató de lo que sucedia de la confusión
—Habia un trato, pediste la mano de Mía a cambio de las tierras ¿Que sucedió?¿Por qué no se nos fue informado?
Ares pidió un momento para hablar a solas conmigo, yo quería matar al desgraciado, pensé los peores panoramas para mí mujer, la idea que Mía estuviera sola en las calles, que este imbécil le hubiera hecho algo me quemaba.
—¡Dímelo! —le di un empujon al instante de cruzar la puerta de su estudio.
—Mia se fue, ella me dejó porque mi esposa regresó
—¿Esposa? ¿Que planeabas? Le dijiste que la harías la Luna de esta manada —mi voz era erratica, intentaba controlar el enojo de mi lobo interior que quería salir de mi pecho.
—Y lo era, Pero Rebeca mi esposa no estaba muerta, es