Sí fuiste feliz con alguien que no era para ti, pues imagínate con la persona correcta, ¿Qué tan feliz fueras?, me lo preguntaron justo cuando me divorcie de mi esposo por su infidelidad, por eso saque fuerzas de mí para reconstruir mi vida junto a mi hijo y para darme un gusto fui lo más despiadada contra todos los que se opusieron en mi camino. Hasta que me encontré contigo.
Leer másCapítulo 1.1: El Descubrimiento.
【Camila Luna】
Paso mi mano por mis ojos secándome la evidencia del maltrato que tuve, además que si mi esposo se entera mandaría a quitarles la vida a medio pueblo El Callao, no quiero eso, no quiero que hombres inocentes paguen por lo que dos idiotas me hicieron, en el mercado.
Escucho como mi teléfono suena, avisándome que tengo una llamada entrante, así que bajando la velocidad y al estar detenido el auto porque el semáforo está en rojo, busco en mi cartera que la tengo en el asiento del copiloto y veo que es mi hijo llamándome.
—Cariño, ¿Cómo estás?, ¿Cómo te ha ido en la casa de tus abuelos? — Inquiero animándome, ya que tengo varios días que mi pequeño está con sus abuelos para que no vea las últimas broncas que he tenido con su padre.
—Bien mami, quería saber, ¿Cuándo te puedo volver a ver? — Vacila con un tono dócil y me duele mucho que no puedo ofrecerle lo que necesita ahora mismo que es ser una familia estable.
—Cariño, creo que entre mañana o el lunes te voy a ver. — Le afirmo segura para calmar su incertidumbre, él me confirma que escucho con un “Aja”, silencioso.
—Amor, cuéntame, ¿Qué has hecho?, dime que es lo que quieres que te lleve la próxima vez en la que nos veamos. — Le ofrezco mientras que pego mi teléfono hacia mi hombro para tomar el volante con mis manos, ya que no me falta nada para llegar a mi casa con mi esposo.
—Quiero que me traigas un helado muy grande, porque tengo mucho calor, en esta casa como no hay aires acondicionados ponen abanicos y eso no me refresca. — Manifiesta mi pequeño muy desalentado porque mis padres no tienen las mismas comodidades que nos ofrece mi esposo.
—De acuerdo, mi corazón me aseguraré de llevarte un gran helado de tu sabor favorito, Mi rey bello te dejo porque me pueden multar por hablar por el móvil y conducir al mismo tiempo — Escucho como suelta un bufido de decepción porque voy a colgar.
—¡Está bien mami! —Su voz es lo más hermoso que pueden escuchar mis oídos— Tráeme por favor chocolate con nueces. — Me dice y se me escapa un suspiro.
Me percato de que llego a mi casa, estaciono y apago el auto, voy hacia mi maletero y lo abro para sacar algunas bolsas y caminar hacia la puerta de entrada.
Inserto las llaves en la puerta, le doy algunas vueltas y veo que la han cerrado con doble pase de llave.
Y se me hace extraño porque hasta donde yo sé mi esposo debe de estar en la empresa, así que cuando no hay nadie en la casa se cierra con doble pase de llaves, así que sin pelear más en mi mente abro la puerta.
Al abrir lucho con las bolsas porque están realmente pesadas, subo mi mirada y siento que mi corazón se me va a salir por la boca.
Trago saliva ya que no sé cómo manejaré esta situación, veo que mi esposo está haciendo venir a su amante en el sofá de mi casa.
No tengo fuerzas para aclamar algo en específico por lo que abro una bolsa y como esta está llena de papas, tomo las papas y se las comienzo a lanzar con todas las fuerzas de mi ser. Ellos antes de que se vengan se detienen.
—¡Hey!, ¡Hey!, ¿¡Mujer que es lo que estás haciendo!? — Pregunta el infeliz que se intenta cubrir con los cojines que tiene a su lado. Ya yo vi todo lo que está debajo para qué lo cubre, más a esa m*****a no.
—¿¡Qué es lo que estás haciendo tú!?, ¿Pedazo de escrot…?, ¿Cómo es posible que estés manteniendo relaciones con la m*****a que se metió debajo de la mesa del comedor? —
Indago toda ardida por su infidelidad, les sigo lanzando papas a diestra y a siniestra, él de a poco a poco deja los cojines que lo cubrían para caminar completamente desnudo hacia mí, aprovecho este momento para lanzarle más vegetales, le comienzo a lanzar zanahorias.
—¡Ya deja tu estupidez! — Vocifera atajando mi muñeca inmovilizándome por completo.
—Dime, ¿Quién es la m*****a con la que me engañas? — Inquiero tratándome de zafar de su amarre, no me quiere soltar por más que forcejee con él, así que tomo la piña que compre justo antes que el maleante me comenzara a hostigar en el mercado y se la clavó en todo su brazo.
—¡Tsk, m*****a! — Exclama ásperamente, es lo menos que me importa, por lo que corro hasta donde está la desgraciada y me encuentro con la sorpresa de que es mi amiga del colegio Pilar. Así que totalmente ciega la cacheteo.
—¿Con esta m*****a?, ¿¡Qué no me llega ni a los talones!?, ¡Por Jesucristo! — comienzo a jalarle el cabello a Pilar que siempre fue mi confidente en el colegio y ahora es una desleal que se ha venido a meter con mi marido.
Sigo jalándole el cabello, ya que, por mí, esta desgraciada queda calva hoy y ella trata de defenderse como puede, me comienza a clavar sus uñas en mis antebrazos.
En ese momento siento que me levantan por la cintura con mucha fuerza sacándome de encima de Pilar.
—¡Suéltame!, eres un idiota, tengo que darle su merecido a esta desgraciada que aprenda que con lo ajeno no se debe de meter— a lo que mi marido se carcajea por todo lo que estoy soltando por la boca, continúa burlándose de mí y lo miró con desprecio a lo que él tenga que decirme.
—¡Mujer!, para qué vas a darle una lección a nadie, más bien agradece que ella está haciendo mejor el trabajo que tú. Te está atendiendo a tu esposo como es debido, como lo tienes que hacer tú y no lo haces por estar pendiente de otras cosas— suelta despectivamente Fernando, a lo que yo me quedó sorprendida, no sé qué más decirle, me quedé en una pieza con el reclamo que el idiota me está haciendo delante de Pilar.
—¡Pero tú nunca te has quejado de que hago mal!, ¡Nada!, entonces porque te he encontrado haciendo tu fechoría es que soy yo la que estoy haciendo mal las cosas.
Y no puedes reconocer que está envidiosa, que no tiene nada en la vida, quiere lo que yo tengo— soy tajante con lo que digo, me va a salir con que soy yo la del problema y no asume su mal proceder y menos de que mi supuesta amiga no sea leal.
—Además, no tengo la culpa que tú no sepas moverte bien y llegar a cubrir mis necesidades como solo un verdadero varón lo hace— le digo lo que yo también he venido sintiendo desde hace tiempo ya, pero no lo había dejado por mi hijo que no se merece una familia disfuncional, aunque Fernando no sea su padre biológico.
Epílogo: Se juntaron nuestros caminos.【Narrador Omnipresente】Dicen que las oportunidades se te presentan una sola vez en la vida y como se desarrolló la historia de Camila no fue así, ella se consiguió con Martín primero, antes que cualquier otro hombre.Pero ella no quiso darle la oportunidad a él, sin embargo, la vida misma se lo volvió a colocar y esta vez, si sus caminos se cruzaron.Ese día del evento de la empresa de Camila sucedieron muchas cosas y se dijeron muchas verdades, comenzando por el triste final de Pilar que luego de pasar por un juicio.Termino perdiendo la razón y su abogado defensor utilizó eso para dejarla recluida en una casa de cuidados psiquiátricos pública, debido a que su familia no tenía dinero para pagar sus cuidados.También ese día, Martín le arrebató la vida a Fernando cuando intentaba propasarse con Camila para luego mandarlo a desaparecer, que hasta en estos días aun su madre lo busca.Varios declararon que sí lo habían visto en el evento, pero desp
Capítulo Final: ¡Siempre ha sido él!【Camila Luna】 Me despierto y siento que estoy en un lugar muy suave y huele muy bien, tengo algo colocado en los ojos, y lo sé porque no puedo ver.Mis manos se encuentran atadas, lo único que puedo mover libremente son mis pies y los muevo de un lado a otro tanteando en donde estoy y es más que claro que me encuentro encima de una cama.No escucho nada, pienso que me encuentro sola en la habitación porque a mis oídos solo llega el vacío, o sea, nada, no se escucha nada, no sé si fingir que estoy dormida o permanecer inmóvil.No entiendo por qué Martín procedió de esa manera, supongo que Fernando se estaba comportando como un salvaje, pero de allí a acabar con su vida es demasiado drama para mí.Recuerdo como sucedió todo y sin querer comenzar a brotar lágrimas por mis ojos, lamento todo esto Sebastián, te volviste a quedar sin tu papá. Como puede haber pasado este suceso, imagine este día solo de victorias y no, solo infortu
Capítulo 18.4: Te defenderé con mi vida.[Martín Verástegui] Luego de que pasará lo de la mujer, que se llevó la policía, me escabullí por unas escaleras que me hicieron llegar atrás del escenario, muy cerca de donde veo a Camila sentada con el idiota de Fernando Mesa, no tienen precisamente una conversación amena.Veo que ella se levanta y va hacia la mujer que está animando el evento y luego se vuelve a sentar a discutir con Fernando.Es evidente que a ella no le agrada el tema de conversación que tiene con el hombre en cuestión, debido a que se vuelve a levantar y sale hacia un pasillo, él no la pierde con la mirada y yo tampoco.Pasan unos minutos, observo que Fernando mira hacia todos lados y se va hacia donde se fue Camila y voy yo más atrás, tengo que saber qué es lo que está sucediendo con mi chica. Me doy cuenta de que el imbécil no tiene buenas intenciones, pues, se ha metido en el baño donde claramente dice baño de damas.Me acerco
Capítulo 18.3: ¿Qué has hecho?【Camila Luna】 No sé qué hacer si llorar o reír, cuando piensa que todo en mi vida ha llegado a un nivel tipo estratosfera, aparece Fernando, que ni por mi mente me pasaba que es.El mismo hombre que me envió los pendientes a mi casa esta mañana, luego aparece Pilar, que, al analizar la situación, si Fernando vino, pues ella no tardaba en aparecer, con el rollo mental que tiene con Fernando es muy obvio que lo siguiera.También la aparición del desagradable de Bernardo Verástegui y de paso vino a amenazarme con que deje a su hermano en paz.Nada me quita de la cabeza que este tiene algo que ver con la muerte de su hermano, solo espero que Solórzano haga muy bien su trabajo y me dé prueba para ir a la fiscalía a denunciar a ese desgraciado.A esta hora de verdad quiero, ya que culmine el evento, que día he pasado hoy, no se compara para nada a una montaña rusa, este día para mí fue peor que eso.Voy y tomo dos
Capítulo 18.2: Camila eres mía.[Fernando Mesa] Aproveché que apareció el infeliz de Bernardo Verástegui y me fui directo llamar a la policía para advertirle que esa fémina que ocasionó tanto daño a mi familia se encontraba libre compartiendo en el evento de mi mujer. Por ninguna razón dejaría que ella echara a perder el éxito que estaba teniendo Camila en este preciso momento.Si bien la veo rodearse de la elite de los empresarios que se encuentran presentes, también la observo atenta a que nada se descontrole, a causa de eso me di cuenta de que ella vio la llegada triunfal de Pilar a la mesa en donde me encontraba compartiendo con mi amigo y socio Orlando Ramírez y su señora.En fin, ya todo está solucionado, se detuvo el desfile por unos cuantos minutos mientras las autoridades se llevaban a Pilar a su nuevo domicilio que tengo entendido será el anexo penitenciario de mujeres del Dorado, por lo visto es allí donde pagará lo que m
Capítulo 18.1: Siempre te voy a cuidar.[Martín Verástegui] Hoy es el día, en donde veré brillar a la mujer de mis sueños, como nunca antes he tenido la oportunidad de verla, tal vez por todo lo que me decían de ella y yo de idiota nunca fui a enfrentarla y hablarle directo viéndola a los ojos.Como buen idiota me deje llevar por los demás, pero eso nunca volverá a pasar porque me voy a ganarme el amor y el cariño de Camila, ese es mi meta de vida.Ya los reportes llegaron, todo el evento está listo, montado y coordinado por personal que trabaja para mí, claro eso Camila no lo sabe, quise encargarme de su lanzamiento para que con mi experiencia sea todo un éxito y así poder ver la cara de felicidad de la dueña de esos ojos esmeralda que me vuelven loco.—Doctor, disculpé, tengo que informarle algo— llama mi atención mi buen amigo Mauro desde la puerta de la habitación que la tenía abierta.—Sí, dime Mauro, ¿Qué pasa? — entra de una vez a mi habitación.—Es que vengo a decir
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