CAPÍTULO 13.
EMILIANO FERRER
¡ Confíar en Usted ¡
Llegamos a la sala y ahí están los padres de mi hermosa novia. Me encuentro un poco ansioso y quizás algo nervioso, pero seguro de lo que quiero y de lo que estoy dispuesto a hacer para que nuestra relación sea formal, principalmente ante ellos, o el resto del mundo si es necesario. Quiero demostrarles que deseo una relación con su hija, que la quiero, que la amo.
Antonella se mueve a mi lado, sigue agarrada de mi mano, aprieta un poco. La siento nerviosa también; su mano la siento un poco mojada, producto del sudor que genera por sus nervios.
—Buenas tardes, señor y señora Salvatore. Un placer conocerles, gracias por la invitación y por aceptar que entre a su hogar —digo, tomando la iniciativa.
Me suelto de Antonella y voy hasta donde está el señor Salvatore. Extiendo mi mano en forma de saludo y presentación.
—Emiliano Alexandro Ferrer Sposti —digo.
El señor me ve y no sé cómo descifrar su rostro. No está serio, pero tampoco sonríe.