CAPÍTULO 73
EMILIANO FERRER
SIMPLEMENTE, TE AMO
BODA ECLESIÁSTICA (PARTE 3)
Estamos frente al altar. Antes de tomar asiento, Antonella, como puede, trata de levantar el ruedo del vestido. Megan llega a ayudar, asegurándose de no dañar el diseño, hasta que logra tomar asiento cómodamente. Los flashes no tardaron, las cámaras no dejaron de iluminar y apuntar hacia nosotros. El sacerdote continúa la misa, dando gracias a los padrinos, damas de honor e invitados presentes, y sigue con un Padre Nuestro; culminamos la oración.
Mi mirada y mis manos no se apartan de ella. Sus ojos azules brillan de emoción, cada lágrima que derrama es solo de felicidad. Y aunque no me gusta verla llorar, en esta ocasión, ¿cómo no hacerlo si yo estoy igual de emocionado? Al igual que ella, no puedo evitar llorar de felicidad.
Llegó el momento de colocar los anillos y me siento emocionado.
—Antonella, recibe este anillo como muestra de mi amor, respeto y fidelidad. Para amarte y respetarte en la salud y en la