CAPÍTULO 74
ANTONELLA SALVATORE DE FERRER
AMOR PURO Y VERDADERO
BODA ECLESIÁSTICA (PARTE 4)
Nunca pensé sentirme tan dichosa en la vida. Bien que vale la pena todo el caos de los preparativos; al final de cuentas, la recompensa es mucho mejor cuando estás junto al hombre que amas frente al altar.
Llegamos al salón donde se festejará la celebración, tomados de las manos. Desde que inició la ceremonia frente al altar, no nos hemos soltado en ningún momento, sintiendo el calor del uno al otro, recibiendo el cálido saludo de los invitados. Ellos permanecen en su lugar, los aplausos de bienvenida, los gritos eufóricos diciendo: "¡QUE VIVAN LOS NOVIOS!", y los flashes de las cámaras y teléfonos no paran de iluminarnos. Veo a nuestra familia y amigos sonreír, felices por nosotros; verlos me emociona el alma y recarga mi espíritu. Pasamos directo al salón, nos posicionamos ambos en el centro. Su gesto de besar mi mano es de un caballero; su acto me hace recorrer un escalofrío por todo mi cuer