CAPÍTULO 17
ANTONELLA SALVATORE
SOLO LA CAMA
Me siento sofocada, acalorada, después de la sección de besos que nos dimos. Regreso a mi lugar; no está bien que estemos de esta forma, además pueden llegar Mónica y Marcos y vernos así. ¡Qué vergüenza solo de pensarlo!
—¿Quieres que salgamos de aquí a un lugar más privado para los dos? —me propone Emiliano.
—¡Y! ¿Y dejamos a Mónica y a Marcos aquí? ¿Qué van a pensar? ¿Que los abandonamos?
Estoy dudando en dejar a Ica; se supone que vine con ella. Sé que no se molestará, igual, si ella encuentra a alguien, no dudaría en dejarme botada.
—No te preocupes, él entenderá. Le enviaré un mensaje a Marcos diciéndole que nos retiramos y le pido que lleve a tu amiga a su casa.
—Está bien, acepto.
Emiliano y yo salimos de la zona VIP, pasamos por caja, cancelamos la cuenta, salimos del lugar y vamos a donde está su auto. Dentro de él, Emiliano le envía un texto.
Me quedé tranquila, confío en que mi amiga llegó a casa sana y salva.
Al emprender la mar