CAPÍTULO 15
MARCOS VACILLE
LO SQUALO, EL TIBURÓN
Mi vida laboral es un caos total: juicios, tribunales, fiscalía, el bufete, entre papeles, documentos, etc. Pero ejerzo lo que me gusta y lo que me apasiona. Me he ganado a pulso y con mucho esfuerzo mi reputación. Soy hábil en lo que me interesa; no me gusta perder, por eso me encargo de estudiar cada detalle minuciosamente. Repaso unas tres veces hasta quedar convencido de que no se me escapa nada. Amo mi trabajo y los buenos ingresos que me genera. Por algo me quemé las pestañas estudiando durante horas en largas noches durante cinco años.
Trabajo limpio; no necesito de malas artimañas para ganar un caso. No voy a poner en riesgo y perder mi licencia por una estupidez de mi parte. Me he ganado con mucho esfuerzo y sacrificio el nombre de MARCOS VACILLE, “El tiburón”, que devoró y arrasó todo a mi paso. Represento varias empresas importantes de la ciudad, incluyendo la de mi amigo EMILIANO FERRER.
Trabajo con una gran firma de abogado