~ Siena
Lucía pone sus manos sobre mis hombros, besando el costado de mi cabeza antes de sentarse frente a mí en la mesa.
"Sienna querida. Me alegro de verte de nuevo", exclama cálidamente.
No tengo nada en contra de Lucía. Entiendo por qué me animó a irme. Quiere que tenga mi propia vida, no a la sombra de su hijo. Sé que me ama y quiere lo mejor para mí, lo que incluye volver aquí.
"Yo también."
—Me enteré de lo que pasó. Estar aquí es el lugar más seguro para ti ahora mismo. —Me acerca una taza de té por encima de la mesa, indicándome que elija el sabor de té que quiero de una de las teteras pintadas.
"Gracias, Lucía."
Miro a la cabecera de la mesa, donde está sentada Violet. Va toda de blanco como el día de su boda, con el pelo negro peinado hacia atrás y los hombros impecablemente rectos.
Ella es realmente la Luna perfecta. La envidio, aunque Onyx insista en que solo son amigos.
—Lo siento, Violet, si esto te resulta raro —dejé escapar.
—No lo es. Me alegra que estés aquí —me ase