~ Siena
El sol de media tarde calienta mi piel y se desplaza sobre la página que tengo delante de mí.
Esto es absolutamente ridículo. Las palabras que tengo delante son absurdas y, francamente, divertidas. Apenas presto atención, aunque Zion insiste en que es importante.
Al parecer, el hecho de que crecí sin una educación específica que me formara como líder es más que aborrecible. Aunque Zion no quiere que tenga ni una pizca de poder real, ha insistido en que me eduque por si acaso.
La llamada educación es ridícula, pero al menos ha llenado mi semana con algo que hacer mientras espero volver a ver a Onyx.
"¿Cómo va tu estudio, Sienna?", pregunta Zion, de pie en la puerta del aula que se ha instalado.
No lo miro, golpeteo mi lápiz contra la mesa distraídamente. "Bien."
"¿Aprendiendo algo nuevo?"
Pongo los ojos en blanco. "Ay, estoy aprendiendo un montón".
Zion se hace notar de vez en cuando. Lo he visto más desde que llegué aquí que en todo un mes de mi infancia. Sé que quiere que me