Capítulo 36.

Levi:

Caminaba de un lado a otro en la habitación del hospital, hace más de una hora que le tomaron la presión a Anna incluso una muestra de sangre.

No sé para qué demonios hicieron eso y no me dijeron exactamente que es lo que pasa con ella. Anna estaba dormida en la camilla, desde que llegamos no se ha despertado y eso me preocupa.

Ella ha estado trabajando muy arduamente durante semanas, yendo a sitios, a campañas, reuniones y demás, temo mucho que sea algo de cansancio excesivo, aunque puede ser que no se haya alimentado bien, pero no lo creo, ella ha estado comiendo muy bien, así que debe ser otra cosa.

El doctor entró a la habitación.

—Su majestad.

—Doctor —estreche su mano—, dígame. ¿Hay algo malo con mi esposa? —Trate de no sonar tan preocupado pero no podía evitarlo, estaba realmente preocupado

—Pues hicimos unas pruebas para descartar cualquier cosa, afortunadamente no hay nada malo en ella, pero... Su esposa está embarazada —me dijo.

No había entendido bien aquellas últimas palabras.

De hecho, no entendí nada.

—¿Eh? —pregunte aun procesando todo lo que me acaba de decir.

—Si su majestad, su esposa está embarazada —me entregó un papel—, es la prueba de sangre que le hicimos.

Yo comencé a leer todo el bendito papel, al final de la hoja estaba aquella palabra: Positivo.

Se que esto es verdadero, las pruebas de sangre no fallan, joder.

—No sabemos cuanto tiempo tiene, pero los resultados arrojaron un positivo definitivo.

—¿Solo eso? Ya sabe, ¿no tiene nada más?

—No, hasta donde sé, las náuseas y los mareos es algo bastante normal —respondió—, de hecho puedo recomendarle un buen médico y..

—No —negué—, antes de cualquier cosa o plan, déjeme consultarlo con mi esposa ¿bien?

—Sí claro.

—Por favor, manténgalo en secreto.

—Sabe que cuenta con mi silencio su majestad —inclinó un poco la cabeza—, me retirare, por ahora su esposa debe quedarse para hacerle una ecografía y verificar que todo esté en orden.

—Claro que sí.

El doctor terminó por salir de la habitación, yo caminé hacia el sofá para sentarme en él. Aun miraba aquel papel en el que solo se podía distinguir una palabra: Positivo.

Miré a Anna, quien dormía placidamente en aquella camilla, seguía un poco pálida pero se veía tranquila, ¿que demonios le dire? Jamás hemos tocado el tema sobre los hijos porque recién estamos formando nuestra relación.

Recién nos hemos dicho que nos amamos, siento que esto de los hijos es demasiado pronto para mi, no se como me siento, si feliz, si ansioso o preocupado, justo ahora no se como realmente sentirme o que pensar.

Esta noticia me ha caído como un maldito balde de agua fría.

¿Qué le dirías a Anna?

No tengo que hacerme la tonta pregunta de que o como sucedió, porque claramente se como, pero no se en que momento, es que, he tenido demasiado sexo con Anna sin parar, ninguno de los dos nos preocupamos por cuidarnos en lo absoluto, ahora, ella esta esperando a un bebe.

No, no es un bebé.

Es mi hijo.

Uno nuestro.

—¿Levi? —escuche su voz y de inmediato la mire.

—¿Cómo te sientes? —deje el papel en el sofá y me acerque a ella— Estuviste dormida por unas cuantas horas.

—Me siento cansada.. —murmuró— ¿qué ha pasado? ¿Por qué me comencé a sentir mal?

—Bueno... —titubee— no se como decírtelo..

—Levi, no me asustes —ella se sentó lentamente en la camilla.

Yo me acerqué al sofá para tomar el papel y entregárselo a ella, no quería decirle nada, quería que ella viera por sí misma esto.

Cuando comenzó a leerlo y llegó a la parte de Positivo, me miró. Pude ver la preocupación y el miedo en sus ojos, incluso estos se empañaron. Yo me sentí mal por ella, pero no sabia que hacer o qué decirle, estaba tan impresionado como ella.

—L-Levi yo... —vi como sus manos temblaban— yo no hice esto a propósito.

—Linda, ¿por qué me dices eso?

—No quiero que pienses que me embaracé a propósito —comenzó a hablar rápidamente—, yo no sabia y con todo el trabajo que tenía encima me olvidé por completo de las pastillas, de ir al médico, de todo..

—Anna basta —me senté en la camilla y le tome los brazos—, calmate ¿si? Yo no estoy molesto, mucho menos pienso que te embarazaste a propósito ¿de donde sacas eso?

—E-Es que yo.. Yo olvidé por completo cuidarme... Yo... 

—Calma linda —limpie su rostro—, no te culpes por ello porque yo no lo he hecho ni lo pienso hacer, así que no digas eso.. ¿bien? Debes estar tranquila.

—Pero.. Tu y yo no hemos hablado al respecto Lévi —ella cerró sus ojos, vi como su labio temblaba—, apenas estamos arreglando nuestra relación, yo no sé si quieres hijos, yo ni siquiera lo sé..

—Lo se linda, creeme que te entiendo —volví a limpiar su rostro—, esta noticia fue totalmente inesperada, creo que fuimos un poco irresponsables —rei un poco—, no se como haremos linda, pero no pienso dejarte sola en esto.

—¿De verdad?

—Te estoy dando mi palabra mi amor —bese su frente.

No se como lo haremos, pero no pienso dejarla sola en esto. Honestamente no se como sentirme al respecto, obviamente no es la misma emoción que sentí cuando supe que Cass estaba embarazada.

En este momento me siento confundido, no se como sentirme con esta noticia, pero veo que Anna está mucho más asustada y preocupada que yo, ella necesita sentir todo mi apoyo en este momento. Ninguno esperaba algo como esto y no quiero que ella piense que estoy molesto o que la culpara a ella por estar embarazada, las cosas no son así.

No estoy molesto, simplemente no se que pensar o cómo reaccionar ante ello.

No voy a decirle nada más, por ahora quiero que esté tranquila, no quiero que se altera por nada del mundo porque no sabemos como está el bebe y ella, hay que esperar solo un poco más.

(...)

Más tarde:

El auto permaneció en silencio durante el camino de regreso al palacio. Anna no quería decir nada y yo mucho menos, puesto a que no sabíamos qué decir o que hacer para aliviar la tensión entre nosotros.

Anna se fue hacia su habitación, yo caminé hacia la cocina para pedir algo de comer para ella, mañana debíamos reunirnos con un doctor que se hará cargo del embarazo de Anna, por ahora solo le recetaron algo para las náuseas y que se alimentara con algo ligero.

—Gloria, por favor, haz una ensalada de fruta, jugo de naranja y pan con mermelada para mi esposa.

—Claro su majestad, Anna ¿ella está bien?

—Si, solo fue un poco de cansancio acumulado que tenía, todo está en orden.

Decidimos no decir nada hasta que el momento lo ameritara, ella me pidió que lo hiciera, así que voy a respetar su decisión. No quiero que nadie sepa que estamos esperando un hijo, Anna merece que le den su espacio.

Frederick me dijo que ya hay especulaciones sobre un embarazo, le pedí que dijera que no era eso, que Anna estaba cansada de tanto trabajo que tenía encima, es lo mejor que podemos hacer hasta ahora para mantener a la prensa alejada de Anna y mi bebe.

Joder, mi bebé.

No pensé que viviría esta sensación de nuevo, estaba lleno de emociones que para mi eran muy difíciles de explicar, tenía miedo, ansiedad, felicidad y preocupación. Todo esto era tan difícil para mi, pero no aún más difícil para Anna.

—¿Le gustaría que alguien más se la lleve?

—No, lo hago yo mismo Gloria —recibí la bandeja—, muchas gracias.

Salí de la cocina y me dirigí hacia nuestra habitación, debía asegurarme que Anna comiera bien, que obtuviera algunos nutrientes de la comida que le llevó.

Entré a la habitación con la bandeja en mi mano, ella estaba sentada en el sofá que da hacia la ventana, pude ver su cabello un poco mojado, eso quiere decir que se dio un baño. Me acerque más a ella y deje la bandeja en la mesa, mi ceño se frunció al ver como ella se limpio las lágrimas.

—Linda —me miró—, por favor, no llores, eso no te hace bien.

—Lo siento —susurró—, pero no puedo evitar sentirme mal con todo esto —recargó el mentón en sus piernas—, no se que hacer.

—Claro que sí sabrás que hacer, cuidarte —le sonreí—, aquí hay comida para ti, debes comer linda.

—Lo haré —suspiró.

Ella tomó la taza con la fruta para comenzar a comerla. Honestamente entiendo como se siente, se que tiene miedo porque un bebé requiere de muchos cambios y sacrificios, ella está trabajando y comenzando sus actividades, además de que en unos meses será coronada como Reina.

Esto será demasiado estrés para ella.

Debo comportarme como se debe, como su esposo, su pareja, su consuelo y ahora, el padre de su bebé, de nuestro bebé.

—A ver —le quite la taza y tomé el tenedor para darle de comer en la boca—, abre la boca mi amor, vamos. 

—¿Qué haces? —ella rió— Puedo comer sola por si no lo sabes.

—Si, pero quiero hacerlo yo, quiero darle de comer a mi esposa, que está en espera de nuestro bebé.

Ella sonrió un poco y aceptó que le diera algo de comer. Tengo que comenzar a tratarla como lo que es ahora, mi esposa y la madre de mi hijo. Hice una promesa y debo cumplirla, debo cumplir mi deber con cuidarla, ella debe sentir todo mi apoyo así que no puedo abandonarla y dejarla lidiando con todo sola.

La puerta fue tocada un par de veces, le deje la comida a Anna y camine hacia la misma para abrirla, Frederick estaba caminando de un lado a otro en el pasillo.

—Frederick, ¿qué pasa?

—Levi —se acercó a mí—, tienes que venir conmigo ahora —me susurro.

Le asentí.

Comencé a seguirlo hacia abajo, al llegar a la sala, divisé muchos hombres, todos vestidos de militares, era la milicia de Alemania, incluso estaba León en la sala.

—León, ¿qué demonios?

—Levi —vino hacia mí—, lamento llegar así, pero... Vine a entregarte a Gideon Neumann, es complicado y..

—¿Qué? —pregunte, estaba sorprendido.

—De hecho, al verdadero Gideon Neumann —dijo un poco serio. 

—Demonios Leon, explicame ahora que mierdas sucede...

El hizo una señal hacia alguien, de pronto, un hombre venía hacia nosotros, me quedé estático al ver que era totalmente idéntico a Gideon Neumann, eran exactamente la misma persona o eso creía.

El tenía el brazo vendado y se veían algunos golpes en su rostro.

—¿Qué demonios..? —no dejaba de mirarlo. 

—El es Gideon Neumann, el verdadero —mire de nuevo a León—, fue encontrado en las fronteras de Alemania hace unos días.

—Imposible —susurra.

—Se que parece imposible Levi, pero Neumann tiene un hermano gemelo.

—Fui secuestrado por él desde hace mucho tiempo, fue después de que yo ganara las elecciones presidenciales —respondió el sujeto—, escape porque él fue descubierto acosando a su esposa, quería entregarme a mi y huir del país, pero me defendí como pude —murmuró.

—No te creo —negué—, no te creo una m****a..

—Se que no le crees —mire a Leon—, pero yo si y si estoy aquí es porque tengo pruebas —me dio una tablet—, son las cámaras de seguridad de la casa de Neumann, hice que mi equipo de seguridad las obtuviera —mire la tablet—, ahi se ve cuando ambos salen de la casa, Neumann está inconsciente.

—¿Cómo es que lo sacó de la casa?

—Haciéndose pasar por mi, somos idénticos —me respondió él—, él se llama Nicholas.

—Nicholas Reston —León me dio unos papeles—, ex militar de fuerzas especiales americanas, fue dado de baja por sufrir de esquizofrenia paranoide, no se si sabias pero Neumann es adoptado, como ves, son iguales, pero los diferencia el color de cabello y un lunar en el cuello.

Efectivamente ambos son iguales, el historial de Nicholas era perturbador. Alcohólico, drogadicto y fue detenido por cargos de acoso sexual hace casi diez años. No entiendo cómo es que lo dejaron libre con todo lo que hizo.

—La historia es larga Levi, yo lo traje aquí porque fue a Alemania a pedir ayuda porque el sujeto sigue suelto y sigue buscándolo. 

Esto es mucho peor de lo que pensaba. Estuve frente a él mucho tiempo y jamás noté algo fuera de lo común, ahora entiendo porque se puso así cuando vio a Anna, con todas esas chicas a las que acosó.

Esto será un enorme escándalo en el país. Ahora tengo algo más grande encima, con ese loco suelto tengo que poner a mi esposa y mi bebé a salvo. 

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