Anna:
Estaba un poco preocupada por Levi, él no me engaña, algo le preocupaba anoche pero lo supo disimular muy bien. Tal parece que a él se le olvida que lo conozco desde hace muchos años y se cuando algo le preocupa, supongo que no quiso decirme nada para no arruinar la cena que hice con tanto cariño.
Se que su preocupación se debe a lo que paso en la habitacion de Cassandra, yo se que todo fue a propósito, quizá para molestar a Levi o para culparme, porque yo estaba adentro de la habitación. Yo solo espero que este problema se solucione.
—Anna, estás muy distraída.
—Lo sé —miré a Julia—, no dejo de pensar en Levi y lo que pasó en el palacio —le susurre.
—¿Siguen sin descubrir quién fue?
—Así es, hackearon el sistema de seguridad del palacio, los de seguridad ni siquiera se dieron cuenta, así que te podrás imaginar como está Levi.
—No es para menos.. ¿Crees que haya alguien dentro del palacio con afán de molestarlo?
—No lo dudaría —suspire—, hasta he llegado a pensar que me quieren perjudicar a mi —hice una mueca.
Las personas siguen odiándome, he luchado para ganarme un lugar aquí, también al lado de Levi como su esposa. Pero las personas siguen sin aceptarlo, se que no debería importarme eso pero, me da mucha rabia que digan o hablen de mí como si me conocieran, se creen con el derecho a hacerlo como si ellos fueran perfectos.
No me meto con nadie, no me gusta hablar mal de nadie, es realmente pesado tener que lidiar con ello.
—Tu tranquila linda, que hagan lo que hagan, ya nadie los separa —ella me sonrió—, Levi está enamorado de ti, se le nota a Kilómetros.
—Lo se —sonrei tambien—, eso me tiene muy feliz, realmente quise que se enamorara de mi, quería que viera que mi amor por él es genuino, se que cometió errores y pues, a diario se lo recuerda, así que hace un esfuerzo por mejorar.
Levi no es un hombre perfecto, pero hace lo que puede para ser mejor persona, de hecho siempre ha sido bueno, pero la vida le ha dado duro y perder a las personas que ama de golpe, no es sencillo. Cassandra y sus hijos lo eran todo para él, cuando los pierde se volvió un hombre distinto, ahora que ha vuelto a ser el mismo de antes, me siento feliz y aliviada.
Nos amamos y creo que no habrá nada que nos separe.
—Ya regreso.
Camine hacia el tocador, quería aprovechar el silencio de los baños para poder llamar a Levi, no se nada de él desde la mañana, se despidio de mi pero lo note demasiado tenso, no me molesta que no me diga lo que pasa, porque se que lo hace para no preocuparme, pero no puedo evitar no hacerlo, es mi esposo y quiero estar con él en momentos duros.
Me encerré en un cubículo para sacar mi teléfono, pero alguien más entró.
—No entiendo que hace esa mujer aquí..
—Es la esposa de su majestad —dijo la otra mujer—, no entiendo porque la odian tanto, se ve que es una buena mujer.
—No es más que una arrastrada..
Esa tercera voz la conocía, era Delilah.
—Por Dios Delilah, ¿por qué te expresas así de ella?
—Ay por favor Anne Marie —ella rio—, ¿Dirás que te cae bien?
—No la conozco, pero no por eso voy a hablar mal de ella.. Es la esposa del Rey por si se te olvida.
—No es más que una arrastrada —río—, antes no era más que una simple sirvienta, luego la amante de Levi —aquello lo dijo con rabia—, es obvio que él se casó con ella por órdenes del consejo.
—¿Cómo sabes eso? —preguntó la otra mujer.
—Mi papa tiene un conocido dentro del consejo —respondió ella en tono de burla—, todos saben que ellos se casaron porque el consejo presionó a Levi y para que la reputación del país no fuese afectada, ellos no se quieren, ni se soportan.
Que mujer tan pesada, ya no se como dejarle en claro que no debe meterse en donde no la llaman, vaya que es realmente molesta.
Decidí salir del cubículo, aquellas mujeres se quedaron calladas de inmediato al verme, dejé mi bolso en el tocador y saque mi maquillaje, mire a Delilah a través del espejo, las otras dos, se alejaron un poco más de ella.
—Vaya que no pierdes la costumbre de hablar de mi —rei mientras sacaba mi labial—, eso dice mucho de ti Delilah.
—No dije nada que no fuera verdad Anna.
—Y sigues tuteandome —me puse frente a ella—, sabes perfectamente que no debes hacerlo. No estamos al mismo nivel.
La cara de ella se enrojeció, evidentemente no soporta la idea de que yo, esté casada con Levi.
—Tu eres una sirvienta, que no se te olvide.
—Si, siempre seré una sirviente —me acerque a ella—, pero también soy la esposa de Levi, del hombre que intentaste seducir más de una vez.
—¿De qué hablas?
—Querías meterte en la cama de mi esposo —sonreí—, no creas que no se que intentaste seducirlo cuando estaba borracho hace un tiempo —las de atrás murmuraron—, estabas urgida por meterte en la realeza.. Pero ya viste que te salió mal.
—No me importa, eso no quita que tu hiciste lo mismo —alzó una ceja—, fuiste su amante durante mucho tiempo y se casaron porque el consejo presionó a Levi, si no, seguirías siendo su golfa —sonrió.
Mi mano se estampo en su mejilla con mucha fuerza, es la segunda vez que la golpeó por ofenderme, esta mujer no conoce lo que son los modales y los límites. Esta vez le di con más fuerza que la última vez que la vi.
—Tal parece que eres un poco masoquista —rei—, hasta asco me das.
—Eres una... Te crees intocable porque aqui no esta Levi para defenderte —dijo entre dientes.
—No necesito el respaldo de mi esposo para defenderme de víboras como tu —casi alzó la voz—, ya me tienes cansada con tus malditas ofensas, no entiendo porque me atacas tanto cuando jamás me he metido contigo.
—Tú no debiste ser su esposa..
—¿Tú sí?
—¡Si! —exclamó con rabia— yo debí casarme con él... Amo a Levi desde hace mucho y él no merece a una mujer tan corriente como tú.
—Yo si estoy a su altura y evidentemente a ti eso te arde —rei—, pero ¿qué crees Delilah? Levi me ama, no me siento insegura de que algun dia me deje porque como escuchaste, el me ama y demasiado.
Tomé mi bolso para salir pero me detuve.
—Ah y una cosa más —ella me miró con odio—, ten un poco de dignidad, ¿quieres? Permiso.
Salí del baño para dirigirme hacia Julia, si ella pensaba que esta vez me quedaría callada está equivocada, ya no pienso dejarme pisotear de nadie.
(...)
Más tarde:
Después de semejante mal sabor en los baños, me dedique a pasarla bien con Julia en la reunión, luego ella y yo quedamos en almorzar en unos días ya que ella tenía algunas reuniones, yo regresé al palacio para descansar.
Llevo días un poco agotada, eso de las remodelaciones de las escuelas es bastante agotador, pero estaba contenta porque sabía que los niños tendrían un área adecuada para estudiar. En unas semanas estarán habilitadas algunas áreas y una escuela estará remodelada una escuela completa, todos los chicos y mi papá están trabajando duro en ello, cosa que me enorgullece porque mi papá ha estado haciendo un trabajo excepcional, cosa que me enorgullece porque se nota el amor que le está poniendo a ese proyecto.
Me he dado cuenta de lo noble que es mi papá, hablamos un poco sobre su pasado y puedo ver que aún le afecta hablar de ello, me dijo que no fue sencillo tratar su adicción al alcohol, por eso es que mamá terminó abandonando, han pasado años y sigue arrepentido. Lo bueno es que ahora es un hombre distinto y lleva mucho tiempo sobrio. Me enorgullece el hombre que es ahora.
—Oh, hija.
Y hablando de él, venía saliendo de la cocina con una soda en la mano.
—¿Todo bien? —camine hacia el.
—Si, llegué hace una hora —me sonrió— ¿estás bien?
—Lo estoy, ¿has visto a Levi?
—Ah sí, nos saludamos y él subió hacia su habitación.
—Bueno, iré a verlo, te veo en la cena.
El asintió y yo camine hacia las escaleras para ir hacia mi habitación, al entrar escuche la regadera y vi la ropa de Levi sobre el suelo, deje mi bolso sobre la mesa y me saque los zapatos, camine un poco hacia la puerta del baño, admire lo lindo que se veía desnudo y mojado.
—Hola mi amor —me miro—, que guapo.
—Linda —me sonrió—, ¿me acompañas?
—No —negué—, te espero afuera.
—Vamos linda —salió de la regadera—, ven conmigo.
No pude moverme, el quedo frente a mi, me quito el saco y lo dejó en el suelo, miro mi vestido de seda y delineó sus dedos por mi cuello y clavícula. Yo cierro mis ojos disfrutando del tacto frío de sus dedos sobre mi piel.
Solté un grito cuando me alzó en sus brazos y me llevó a la regadera, no sé porqué ahora le gusta meterme a la regadera vestida.
—¿Por qué haces eso? —jadee.
—Me encanta ver tus pechos sobre la tela mojada —murmuró sobre mis labios—, luces muy sexy.
No iba a cansarme de esto jamás. Amo demasiado a mi hombre.
(...)
Secaba mi cabello, la sonrisa en mi rostro era gigante. Hacer el amor con mi esposo es una de las cosas que más me encanta. Estoy enamorada de él, lo amo demasiado.
—La cena está servida linda —Levi entró a la habitación, se acercó a mí para besar mi cuello.
—Estoy hambrienta.
—Yo sigo hambriento —murmuro y me miró a través del espejo—, puedo adelantarme al postre.
Su mano comenzó a subir por mi muslo, sentí como la piel se erizó ante su tacto.
—Basta —me rei—, debemos parar —murmure—, hay que cenar mi amor, llevamos toda la tarde aquí encerrados.
—Lo sé —una de sus manos se poso en mi cuello—, pero eres demasiado irresistible linda —sus dedos delinearon mi labio.
—Debemos bajar —me volteo y me sentó en mi peinadora—, hay que ir a cenar —jadee cuando su mano se metió más en mi bata.
—Me encanta como reaccionas a mí —murmuró sobre mis labios y luego se separó de mí para sonreír—, vistete mi amor... Bajaremos a cenar, pero no creas que te salvas de esto —sonrió de lado—. Me comeré mi postre sea como sea.
Me reí ante aquello, él salió de la habitación, yo me bajé de la peinadora y caminé hacia el closet para colocarme algo ligero. Cuando tomé una prenda, mi vista se tornó un poco borrosa, me tuve que sentar un momento en el sofá para que se pasara aquel mareo.
Sentía que estaba faltando el aire y que todo a mi alrededor estaba girando de manera estrepitosa. Jadeaba sin control alguno. Comencé a echarme aire con la mano para tratar de calmarme pero no funcionaba.
Con un poco de dificultad me puse de pie y caminé hacia afuera para llamar a Levi, pero aquel mareo se intensificó más y más. Logre tomar mi teléfono para llamarlo pero él venía entrando...
—Anna amor, te estamos esperando.. —se posó frente a mí—, ¿qué pasa?
—No puedo respirar amor —jadeaba—, e-estoy un poco mareada mi amor..
—Joder, estas palida —toco mi frente—, ademas de fria, no entiendo, hace un momento estabas bien—, ire por ropa, te llevare al hospital.
El se fue y regresó rápidamente para ayudarme a ponerme algo de ropa. Honestamente no me sentía bien, sabía que algo malo iba a pasar aquí, que algo malo pasaba conmigo, me sentía casi igual que cuando me dio aquella desnutrición, pero sentía que algo estaba mal.
Levi me cargó y salió conmigo de la habitación. El mareo se estaba pasando un poco, pero él estaba y se veía demasiado preocupado.