Capítulo 19.

Anna:

Después de aquel comentario que me hizo el presidente, Levi se volvió loco, no pensé que lo golpearía pero lo hizo. Todo a nuestro alrededor se volvió un completo caos, yo solamente trate de ser amable con el presidente, pero ya ví que mostró su verdadera cara, el de un desgraciado acosador.

Todos los presentes fueron sacados dejando solamente a nosotros. Pude escuchar algunos comentarios muy mal intencionados hacia mi y Levi, algo me dice que no dejarán a Levi en paz después de todo esto.

—Levi suéltalo.

—Vamos bastardo —el me ignoró por completo, seguía sosteniendo a Neumann del saco—, repite esas palabras, repitelas ¡Ahora!

—Yo no le dije nada a su esposa su alteza, lo que dice es falso.

Abrí la boca de manera incrédula al escucharlo. No puedo creerlo.

—¿Dices que mi esposa es una mentirosa? Si yo mismo te escuche bastardo —dijo entre dientes. 

—Es cierto... Fue ella quien se me insinuó, ella me dijo que usted no le daba el trato que ella quería o merecía, que solo la usó para que fuese su amante y que no la amaba..

—¡Idiota! —exclamé con furia, iba a ir hacia el pero fui detenida por Frederick— ¡Tu comenzaste a decirme cosas asquerosas! ¡Jamás te dije eso! ¡Eres un cobarde! —dije con rabia. 

Deje de forcejear cuando ví que Levi le dió con su propia cabeza al presidente, justamente en la nariz, el cayó al suelo mientras se sostenía la misma, incluso se la quebró porque estaba sangrando.

—¡No harás quedar a mi esposa como mentirosa, bastardo hijo de puta! —alzó la voz— Prepárate para ser destituido de tu cargo, te has metido con la persona equivocada Neumann.

—Si lo haces... Toda tu reputación se irá en picada —se puso de pie—, y quedarás como un tirano.

—Me importa una m****a quedar como un tirano, pero haré respetar a mi esposa —lo señaló—, tengo el poder suficiente para quitarte del cargo de presidente, lo que digan los demás, haré valer la dignidad de mi esposa. Prepárate Neumann, porque voy a hundirte.

Neumann se fue junto a su seguridad. Sentí como Frederick me soltó. Yo camine hacia una se las sillas para sentarme en ella, las manos estaban temblándome sin control y sin verlo venir, mi llanto salió.

Ya no soporto esto. Ya no lo aguanto más.

Cada día que pasa todas estas personas se han encargado de humillarme, de denigrarme, se llamarme zorra o interesada, ya estaba cansada de todo esto. Por más que Levi buscara la manera de defenderme, siempre habrán personas nuevas tratando de dejarme por el suelo.

He Sido demasiado fuerte por mucho tiempo, Pero honestamente ya no lo soporto.

—Anna mi amor.. Vamos a casa ¿Si? —me dijo con un poco de cautela. 

—Quiero estar sola —lo miré—, quiero estar sola, quiero irme sola.

—Mi amor, pero...

—¡Quiero irme sola! —exclamé.

No pude más y camine hacia la salida rápidamente, no quería escuchar a Levi ahora, quería irme corriendo lejos de aquí, dónde pueda estar en paz, dónde nadie me juzgue o me llame como si fuese una cualquiera.

Ya esto me tenía demasiado agotada.

Al estar afuera del salón de eventos, pare un taxi. Cuando subí el señor se sorprendió al verme.

—S-Su majestad ¿A dónde la llevo? ¿Al palacio? —preguntó con algo de nerviosismo. 

—Lléveme al barrio Strauss por favor.

—Claro.

El comenzó a conducir hacia donde le pedí, traté de ignorar las llamadas de Levi, no quería hablar con el ahora, solo quería estar sola, estar en paz, estar en un sitio en dónde nadie me tratara mal.

Cuando el taxi llegó al barrio Strauss, le pedí que me llevara a una casa, a la de una vieja conocida.

El auto se estacionó afuera de la casa, ahora que lo veo, no tengo como pagarle el taxi.

—No tengo como pagarle —el me miró, yo estaba que me moría de la vergüenza.

—No se preocupe su majestad, fue un honor traerla.

—No, no sería lo justo. —Opte por quitarme un arete para dárselo, yo lo extendí pero el no quiso recibirlo—, por favor recíbalo.

—Oh no —el negó apenado—, no puedo recibir esto.

—Por favor, es por haberme traído —sonreí un poco—, recíbalo.

El no tuvo más opción que recibirlo. Luego me entregó una tarjeta.

—Ese es mi número, por si necesita salir.

—Gracias —mire la tarjeta—, señor Briss, gracias por traerme.

—No hay de que su majestad, si quiere ir de regreso puede llamarme, no le cobrare nada —reimos—, ya con el arete es más que suficiente.

—Gracias.

Baje del auto, el se fue y yo me quedé parada afuera, sentí como la lluvia caía sobre mi, así que camine hacia la puerta para tocar el timbre un par de veces, se que hay alguien en casa, porque las luces están encendidas.

La puerta se abrió dejándome ver a Kristel, la mujer que ayudó a mi mamá cuando ella llegó aquí.

—Anna, mi niña.

—Hola nana.

—Dios, pasa, te estás mojando.

Ella me dió el pase a su casa, fue por una toalla y regreso para comenzar a secarme. Hace mucho que no la veía, un año para ser exacta, no ha cambiado nada, aunque si se nota su cabellera blanca.

—Lamento venir a esta hora, pero necesitaba hablar con alguien.

—No te disculpes linda —me sonrió—, vamos a sentarnos, llega justo cuando estoy preparando chocolate caliente.

Ella me llevo hacia su sala, de verdad que nada ha cambiado en esta casa, todo seguía igual. Los cuadros viejos, algunos pintados a mano, sus cojines hechos a mano también.

Dios, había olvidado cuánto extrañaba este lugar.

Nana regresó con dos tazas humeantes con chocolate, yo estaba tiritando del frío.

—No debiste mojarte así, además ¿Dónde está tu otro arete?

—Lo usé para pagar el taxi —respondí y ella rio un poco—, lamento haber venido así, pero necesitaba hablar con alguien.

—No te disculpes mi niña —se sentó frente a mi—, puedes decirme que pasó, sabes que soy buena escuchando.

—Si, ye contaré todo. 

(...)

Pude desahogarme con Nana con todo lo que me había pasado en tan poco tiempo, incluso le pedí perdón por no haber venido, me sentía avergonzada de no haberla visitado desde hace un año, nana ha sido buena conmigo desde que tengo memoria, siento que fui bastante desagradecida con ella. 

Me siento tan mal de no haber venido antes. 

—No te disculpes mi niña, entiendo que todo lo que pasaste ha sido abrumador para ti —ella dio unas palmadas en mi mano—, no podías venir, eso sería riesgoso para mi, odio los chismes y lo sabes. 

—Aun así nana, debí haber venido antes de que todo este desastre pasara —limpie mis lágrimas—, pero Levi no dejaba salir a nadie del palacio, de verdad lo siento. 

—Tranquila, ya te dije que todo está bien —me sonrió—, puede que no hayas venido, pero si me has enviado dinero, con eso ayudas a tu nana, es más que suficiente, pero me alegra que estés aquí linda, puedes quedarte aquí si quieres.

—De verdad quiero quedarme —murmuré—. No quiero regresar al palacio, al menos no ahora, esa cosa es inmensa pero me siento asfixiada allá. 

—Lo entiendo... Pero ¿No estabas bien con su majestad? 

—Lo estamos intentando —suspiré—, pero cuando todo mejora entre nosotros aparece algo o alguien a arruinarlo, las personas de aquí siguen llamándome de maneras despectivas, siguen creyendo que, me metí con Levi por el trono. 

—Pero no es así, yo te creo, eso debes creertelo también linda, eres fuerte pero a veces tu pequeño corazón se vuelve un poco blando —suspiró—, me recuerdas tanto a tu madre, por ello debes demostrarles a todos que se equivocan, demostrarlo tu, no su majestad. 

—Pero tengo miedo nana —susurré—, tengo miedo de que lo intente y sigan sin creerme. 

Este es uno de mis miedos, se que puedo callarles la boca a todos, pero el miedo me invade y temo que las personas me ataquen de la peor manera, nana tiene razón, si dejo que Levi siga interviniendo por mi, solo les daré a entender que tienen razón. 

Tengo que comenzar a cambiar ello. 

—Lo haré nana, debo hacerlo. 

—Así se hace.

Nana conoce a mi mamá cuando ella llegó aquí hace muchos años, nana la recibió cuando ella no tenía a donde quedarse, ella antes rentaba algunas habitaciones y le dio una a mi mama, luego ella consiguió trabajo, ella no me dejo con nana por miedo, mamá siempre me decía que yo siempre debía estar con ella, con nadie más. 

Por eso ayudo a nana cada vez que puedo, ella no pudo tener hijos y prácticamente esta sola en esta enorme casa, ahora que soy la esposa de Levi, podre ayudarla mucho más. 

Yo la quiero como a una madre, voy a retribuirle poco a poco lo que hizo por mi y mi mama. 

—Mañana hablaremos con más calma mi niña, sigues estando un poco alterada, tengo algo de ropa para ti y...

Ella se quedo callada al escuchar los toques en la puerta, ella se puso de pie para ir a abrir, yo fui detrás de ella, cuando nana abrió la puerta, jadeé al ver a Levi ahí parado, el estaba completamente empapado. 

—Disculpe, ¿Anna está aquí?

—Si su majestad, pase por favor que se está mojando.. 

Ella lo hizo pasar al recibidor, luego me miró y me sonrio un poco, parecía haber un poco de alivio en sus ojos, yo poco a poco me acerque a el. 

—¿Que haces aqui? No —negué— ¿Como supiste que yo estaba aquí?

—Bueno, yo...

—Aquí tiene su majestad —nana le entregó una toalla.

—Es muy amable, se lo agradezco —me miró mientras se secaba el cabello—, pues por cuestiones de seguridad hay un rastreador en tu teléfono, no sabes lo preocupado que estaba nena —jadeaba—, estuve buscándote por un buen rato, incluso mi auto se averió a unas calles de aquí, tuve que venir a pie. 

Aquello me pareció un gesto tan hermoso de su parte, el haberme venido a buscar hasta aquí, voy a olvidar la parte del rastreador. 

—Lo siento —le dije—, debí haberme quedado o avisado que venía para acá, pero ya sabes, soy un poco cobarde todavía. 

—No digas eso —se iba a acercar pero nana lo detuvo. 

—Me vas a mojar la alfombra muchacho —ella lo miró mal. 

—Lo siento —miró sus zapatos—, es que estoy realmente empapado. 

—Quítate los zapatos y los calcetines, iré a calentar el chocolate —ella se fue hacia la cocina. 

—Lo siento es que es un poco delicada con sus alfombras.

—Tranquila —sonrió un poco—, dime ¿estas bien? 

—Lo estoy —susurre—, eso creo. 

—No sabes como deseo abrazarte —apretó la toalla en sus manos—, no es justo que te hayas ido asi nena, debiste quedarte conmigo. 

—Quería hablar con alguien distinto esta vez, por eso estoy aquí. 

—¿Ella es Nana? —asentí— Vaya, hasta que la conozco. 

Levi conoce a Nana pero solo de boca, ya que nunca tuvo la oportunidad de conocerla formalmente, yo siempre le hablaba de ella y lo buena persona que es. El sabe lo importante que es nana para mi. 

—Bien su majestad —nana llegó hasta donde estábamos—, suba a quitarse la ropa, si no va a resfriarse, Anna —me miró—, llévalo arriba, todo está en su sitio. 

Le asentí, yo le pedí a Levi que me siguiera hacia arriba, caminamos un poco por el pasillo hasta llegar a una de las habitaciones, me sorprende como nana tiene todo limpio y ordenado, todo se ve limpio, además de que huele muy bien. 

—Aquí..

Fui callada por los labios de Levi, el comenzo a besarme con mucha intensidad, yo por supuesto que le correspondí de inmediato, nuestro beso empezó a hacerse muy intenso, abrí mi boca para que el metiera su lengua dentro de ella, jadeé sobre sus labios cuando el estaba gruñendo, aquello me encendió por completo. Cada vez que me besaba mi cuerpo reaccionaba de una manera de la cual no sabía explicar, pero me encantaba. 

Al separarnos el unió su frente con la mia. 

—No vuelvas a irte así nena —me susurro—, te juro que me volvi loco buscándote por todos lados.

—Lo siento, no volverá a pasar. 

—Quiero ser esa persona para ti —nos miramos—, en la que puedas confiar cuando te sientas mal, cuando estés triste, cuando estés feliz, dejame ser esa persona, prometo que no voy a fallarte. 

—Claro que lo serás —tome sus mejillas—, gracias por venir por mi. 

Todo está perdonado ahora, tengo que comenzar mi vida con el, ya me ha demostrado lo suficiente cuanto le importo, es momento que estemos juntos como pareja, puede que sea contradictorio porque nos hemos comido y toda la cosa, pero quiero que esto sea oficial. 

Lo amo, quiero estar con el, el es esa persona que quiero. 

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP