ELIZABETH REED
De pronto, Evan me tomó del brazo y me acercó a él. —Bájale a tu puta histeria —dijo entre dientes—. Te he tolerado muchas cosas, pero ya me cansé. Si estamos aquí es para salvarte de lo que Estela te quiere hacer. ¿Crees que es muy fácil? ¡Te la pasas quejándote sin darte cuenta de que Finn está arriesgándose para evitar que esa bruja…!
—¿Señorita Williams? —preguntó Mauro detrás de nosotros. Eso solo significaba una cosa, Estela y Finn habían vuelto.
—Evitar… ¿qué? —pregunté ansiosa, tomando a Evan por la solapa de su saco mientras aún sentía lejos a Mauro.
&