IDRIS DOYLE
El café del hospital era insípido, el agua de calcetín tendría mejor sabor, sin hablar de las galletas duras con pasas. Intentamos comenzar una conversación Evan y yo, pero sinceramente no parecía el lugar más cómodo y privado para hacerlo, así que después de que Oliver salió de consulta, le pedí a Tina que jugara con él en los jardines del hospital mientras que Evan y yo dábamos una vuelta. Aunque a Oliver no pareció agradarle la idea, no le di tiempo a repelar.
—Entiendo tu sensación de soledad… Aunque no lo parezca, yo también la llegué a sentir cuando era niño. Crecí lleno de desconfianza al principio, hasta que la familia Lynch me adoptó —dijo Evan tomándome por sorpresa mientras camin&aacu