NARRADORA
— Mira el cabello de Cedrick y sus ojos, ¿recuerdas cómo eran los tuyos antes de que Dalila te cambiara, para mantener nuestro secreto? – y Aidan encontró ese detalle, aunque casi ni se acordaba de cómo era antes.
Esos colores parecían iguales a los de su confusa memoria.
— Mamá cambió a Aidan porque papá tenía mucha gente mala que nos quería hacer daño y fue para protegerte, pero ya no es necesario hijo, porque tu padre regresó y acabó con los malos que estaban en esa tierra lejana – Raven le hablaba con amor, a su pequeño pedacito de cielo.
Mentiras blandas porque Aidan no entendería los asuntos complicados de los adultos.
— ¡¿Dónde está papá entonces?! ¿Vendrá a jugar conmigo como ese cachorro del pueblo con el macho?
Aidan de repente se emocionó al recordar la escena del pueblo, donde sintió por primera vez la ausencia de Cedrick.
— Hijo… él es tu padre, el compañero de mamá, el Alfa Cedrick es el papá de Aidan y te ama mucho, igual que yo – Raven lo abrazó y le señaló