RAVEN
Me siento un poco mareada al resistir, pero intento aguantar y correr a la salida, sin embargo, me agarra como dos tenazas dolorosas por los brazos y me pega a su cuerpo.
A pesar de que quiero sentir asco por la cercanía, este maldit0 vínculo hace que incluso sus feromonas sean de mi agrado.
— Raven te quiero de vuelta, no me importa nada, ni que hayas estado con él, nadie puede hacerte feliz como yo, la Diosa te creó para mí, solo para mí – murmura contra mi cuello, besuqueándome, apretándome con fuerza por la cintura, pegándome a su hombría.
Intento patearlo donde más le duele, pero me tiene bien dominada, pelear con una loba femenina a mi altura, no es lo mismo que con un macho adulto guerrero.
En medio de mi resistencia reparo en una botella con flores naturales sobre la mesita que está a mi alcance, me hago la que voy cediendo y cuando lo siento lamiendo mi clavícula.
¡CRASH!
Agarro con todas mis fuerzas la botella y se la rompo en la cabeza por detrás, haciendo que me suel