No quiero abusar tampoco de él, ya me ha dado demasiado, así que dejo de chuparlo y drenarlo y paso la lengua por las heridas, ayudándolo a sanar y deteniendo el sangrado.
Me separo un poco y lo miro seductora a sus ojos lobunos, llevo mis dedos a la boca y limpio el rastro en mi barbilla, para luego chuparlos y relamerme con la lengua.
Gemidos y todo incluido, en este acto de z0rra que estoy protagonizando.
— Raven, detengamos aquí. Hoy… no voy a poder jugar contigo, Luna. Hoy no tengo paciencia para preliminares, ¿entiendes?— su voz ronca, mitad humana y mitad lobo me advierte.
— Yo no quiero jugar, Alfa. Nadie dijo algo de preliminares…
— No estás en las mejores condiciones, a penas y te recuperaste, tú…— pero le pongo los dedos en la boca y lo hago callar.
— Yo te necesito y estoy bien, mi cuerpo está perfecto, gracias a tus cuidados.
— Teníamos un trato Alfa, un trato que no has cumplido con tu Luna – me inclino a centímetros de su hermosa cara, empinando mis nalgas y tomo su man