⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐🌙⭐⭐⭐⭐⭐⭐🌙⭐⭐⭐⭐⭐
Desperté con la boca seca y la cabeza palpitando como un tambor. Me incorporé despacio, parpadeando.
—¿Otra vez inconsciente? ¿Voy a tener que ponerte una placa con tu nombre por si te vuelves a desmayar en público? —dijo Milla, cruzada de brazos, con una ceja alzada y ese tono burlón que usaba para no mostrar preocupación.
Gruñí en respuesta.
—¿Qué pasó?
—Bueno… —se encogió de hombros con fingida inocencia—. Digamos que Sylha voló más alto que su ego.
La miré sin entender.
—¿Qué?
—Vaerion la mandó a volar con una sola garra. Cayó de espaldas como si alguien la hubiera tirado desde un tejado. Por un segundo pensé que iba a aullar.
—Creo que aún andan buscando su ego entre los arbustos —añadió entre risas.
Reí por lo bajo, aún adolorida.
—No seas cruel.
—¿Cruel? Solo relato los hechos. Aunque confieso que fue un momento mágico… Lástima que nadie lo pintó.
Me llevé una mano a la cabeza, reprimiendo una carcajada.
—Eres terrible.
—Y tú estás viva, así que no te que