Capítulo 69
Matthew irrumpió frente a la puerta de Noel con los puños cargados de furia. Cada golpe retumbaba como un eco de rabia contenida, como si así pudiera arrancarle el alma al responsable de la desgracia que caía sobre su esposa.
Pero el Alfa no estaba.
Uno de los ancianos intentó explicarle, balbuceando que Noel llevaba días lejos de la manada, pero Matthew no quería escuchar excusas. No podía. La ira lo arrastraba como una bestia desatada.
Lo tomó del cuello, apretando con fuerza.
—Si algo le pasa a mi esposa... —escupió con voz temblorosa de rabia—, juro que lo mato.
Su voz, rota y potente, estremeció cada rincón de la casa. Un rugido que no solo heló la sangre de los presentes, también fue escuchado por todos.
Cecilia escuchó desde su habitación. Esa voz… la reconocería en cualquier parte. Bajó corriendo las escaleras, sintiendo una mezcla de miedo y esperanza recorrer su piel.
Y ahí estaba él.
Matthew.
El Alfa.
—Por favor... —se arrodilló frente a él sin dudar, con la vo