Cuando la luz del sol entró por las las ventanas cristalinas de la casa. Ethan abrió los ojos, la chica aún continuaba dormida y recostada en su pecho.
Era incómodo estar en aquel sofá, pero si ella estaba en sus brazos no pedía otra cosa más. La amaba, era seguro, pero no quería lastimarla. Así que, había decidido dejar que fuera feliz, pues quizá él, no era el indicado para ella.
La observó en silencio, le acarició el rostro, como grabándolo por última vez en su memoria. Quizá nunca más se volverían a ver, no podría soportar verla al lado de otro hombre.
Deseaba escapar sin decir adiós, pero a la misma vez deseaba quedarse, que ella despertara de su sueño y le pidiera que se quedara a su lado y le dijera que nunca había dejado de amarlo y que nunca lo haría.
Ella se movió, él cerró los ojos y fingió estar dormido. Quería ver como ella reaccionaba después de haber tenido una noche entera de sexo. Ella levantó la cabeza y tratando de que él no despertara se acomodo y con su mano tambi