Tal parece que el caso de Ethan y Aleyda se está saliendo de control.
Ahora él está celoso por la conversación que la chica sostiene por teléfono. Se acercó a ella y acercó su oído para escuchar el motivo por el cuál ella ríe a carcajadas y lo ignora a él por completo.
Aleyda se hizo a un lado, no le permitió que él escuchara la conversación que, obviamente reconocería la voz de su hermano.
—¡Oye, no interrumpas mi conversación!—. Lo regañó cuando él trataba de acercarse nuevamente.
—¿Con quién hablas? ¡Eres mi mujer! ¡Dile a ese imbécil que tú ya estás casada!
Exigió Ethan. Ya no podía soportar la idea de que la mujer que ama ya lo haya cambiado por otro.
—Apuesto a que mi hermano muere de rabia en este momento—. Se burló Esteban. —Habla con él, te juro que todo lo que dirá es verdadero. Duermen en habitaciones separadas y la conversación entre ellos es escasa, supongo que ya sabes que estoy en su casa, roguemos para que esta chica no nos descubra, de lo contrario, Ethan y yo estare