La familia Montalván Sagastume se ha vuelto a reunir, finalmente.
—Javier, siento que estoy usurpando el puesto de presidencia, por favor, continúa con esa labor que solo te pertenece a ti—. Dijo Valentina.
—¡De qué te quejas, mujer! Yo me siento cómodo quedándome en casa y disfrutando a mis hijos mientras mi esposa saca adelante el negocio y la familia—. Respondió.
—Ya he anunciado ante los socios que tú retomarás el puesto más alto de la empresa.
—¡Cómo!
—Es más, ya he enviado mis documentos a una empresa y estoy esperando la respuesta para ser la asistente del presidente.
—Valentina, ¿en qué momento has tomado esa decisión? Debiste haberlo consultado conmigo antes.
—Tengo que hacer mi propia carrera, Javier. Si no te gusta es tu problema.
—Tienes razón. Además, prometí que no interferiría en tus asuntos.
—Eso es ser un buen esposo.
—Pero tienes que saber que no estoy contento de que hayas decidido a mis espaldas algo tan importante.
...
Valentina fue aceptada en la nueva empresa. J