Mundo ficciónIniciar sesiónLas palabras estaban atascadas en su garganta.
Elyra había pasado tres meses en el limbo ensayando este momento. Había imaginado cien maneras diferentes de decirlo. Cien formas de explicar lo inexplicable.
Pero ahora, sentada entre Kael y Draven con el atardecer pintando el cielo en tonos de sangre y oro, todas esas palabras cuidadosamente preparadas se desmoronaron.
—Necesito decirles algo —comenzó, con su voz apenas audible sobre el viento—. Sobre mis sentimientos.
Sintió a ambos tensarse. Kael a su derecha, con su agarre en su mano apretándose casi dolorosamente. Draven a su izquierda, su respiración haciéndose más superficial.







