Cap. 155. Papá volvió de las estrellas.
Narrador omnisciente.
En cuanto Alexandros cruzó el umbral de la mansión, dos gritos agudos rasgaron el aire.
—¡¡¡PAPÁÁÁ!!! —chillaron Gianna y Gael, desatando una estampida infantil hacia él.
Corrieron como si el mundo entero no importara, y como si el tiempo no hubiera pasado.
Se le lanzaron al pecho, abrazándolo con desesperación, como si temieran que pudiera esfumarse otra vez.
Maite, de pie a unos pasos, percibió cómo algo dentro de ella se contraía violentamente y se arrepintió de haberles dicho que su padre estaba muerto, ya que sentía que eso podría afectarlos.
Gianna, entre sollozos, no dejaba de cubrir de besos la mejilla sin afeitar de Alexandros.
—¡Papá, sabía que tú no habías ido a las estrellas! —exclamó Gael.
Alexandros se tensó por un instante, tragando saliva. Pero pronto le sonrió con dulzura, luchando contra la punzada que sentía en el pecho.
—No, mi soldado... —dijo en tono infantil, acariciándole el cabello—. Papá estaba cumpliendo una misión muy importante.
—¡Sí,