Hoy me siento más vulnerable que nunca. Como si todo lo que creía ser se estuviera desmoronando bajo el peso de mis propios sentimientos. Es extraño cómo el amor puede hacer eso: derribar las paredes que has construido a lo largo de los años y dejarte desnuda, expuesta, ante algo que no sabes si te salvará o te destruirá.
Desde que esa tarde en su oficina Enrico me dijo aquellas palabras, algo dentro de mí ha cambiado. La barrera que había levantado para protegerme de lo que sentía por él se ha roto. Ahora lo miro y no puedo evitar preguntarme si estoy lista para entregarle todo de mí. No puedo evitar preguntarme si, al hacerlo, me estaré perdiendo en alguien que puede que no sea capaz de darme lo que necesito. Pero, al mismo tiempo, ¿qué pasa si ya es demasiado tarde? ¿Qué