Sofía
Nunca pensé que llegaría este momento. O, mejor dicho, no pensaba que sería capaz de llegar hasta aquí. De caminar a su lado, de construir algo más allá del caos y la tormenta. Pero aquí estoy, al borde de lo que parece el comienzo de algo más grande, más significativo. Algo que, si soy honesta conmigo misma, me aterra tanto como me emociona.
El futuro. Es curioso cómo una palabra tan sencilla puede llenar el aire de incertidumbre y esperanza al mismo tiempo.
Miro a Enrico mientras estamos sentados en la mesa del desayuno. Él no parece nervioso, no de la manera en que yo lo estoy. Para él, las decisiones siempre parecen más claras, más firmes. Pero yo, en cambio, me siento atrapada entre el miedo a lo d