La Cosecha de la Verdad

Isa Belmonte

El tiempo en Mendoza se deslizó como el vino generoso de la bodega Rossi: dulce, embriagador y con una calidez que penetraba hasta el alma. Los días se convirtieron en un mosaico de momentos simples y profundos que iban tejiendo una nueva realidad para nuestra familia.

La visita a la bodega fue un punto de inflexión. Ver a Mario, con Alessandro en un portabebés contra su pecho, caminando entre las hileras de vides mientras Emilio le explicaba el proceso de cultivo, fue una imagen que guardaré por siempre. Mi marido, el león de mirada feroz, escuchaba con atención genuina, haciendo preguntas que revelaban una mente aguda para los negocios, incluso en algo tan alejado de su mundo como la viticultura.

– El terreno aquí tiene un mineral único – le explicaba Emilio, acariciando una hoja de parra. – Le da al Malbec un carácter que no se encuentra en ningún otro lugar.

Mario asintió, observando el vasto valle con una nueva apreciación. – Es como cualquier