POV: Nicolás

El alba se extendía como una manta rojiza sobre el horizonte cuando estacioné el todoterreno frente a la casa, el motor apagándose con un susurro que parecía demasiado quieto para el torbellino en mi mente. La sesión de terapia de Mila había terminado hacía minutos, pero yo me había quedado en el pasillo, apoyado contra la pared fría, escuchando los fragmentos de su voz filtrándose a través de la puerta.

Palabras como "traición", "Javier", "Lola" flotaban como cuchillos en el aire, cada una clavándose en mi pecho. No era solo su dolor lo que me atormentaba; era el mío. La oscuridad que había invocado para traerla de vuelta—la tortura a Lola en el sótano, los gritos que aún resonaban en mis pesadillas, la sangre en mis manos—me perseguía como un fantasma. ¿Cómo podía ser el hombre que ella necesitaba, si parte de mí seguía atrapada en ese abismo?

Entré al salón, donde Sofía y Mateo jugaban en el suelo, sus pequeñas manos apilando bloques en torres inestables que se derrumb