Capítulo 10.
POV JAVIER.
El vaso de whisky se me quedó en la mano, pesado, casi intacto. El hielo ya se había derretido, pero yo no lo había tocado. Seguía mirando la pared frente a mí, sin realmente verla.
Lola apareció en la puerta, con esa voz suya cargada de reproche:
—Javier, te estoy esperando. Vamos a llegar tarde.
Me giré apenas, dándole una mirada rápida. Estaba impecable, como siempre. Y aun así, sentí fastidio.
Dejé el vaso en la mesa con un golpe seco y la seguí sin decir nada. Por dentro, una rabia me corroía.
El coche nos llevó directo a una boutique exclusiva en el centro de la ciudad. Vestidos de novia colgaban en perchas brillantes, rodeados de espejos, telas, luces. Lola caminaba como una reina entre ellos, tocando encajes y sedas, mientras yo me hundía en un sillón de cuero, cruzando los brazos.
Ella se probaba vestido tras vestido, desfilando frente a mí con sonrisas que esperaba que yo correspondiera.
—¿Qué te parece este? —me preguntó, dando una vuelta frente al espejo.
Yo la